La fiscalía da vía libre al viaje a Francia del rebelde de las FARC que huyó con un rehén

Bogotá.-  La fiscalía colombiana dio hoy vía libre al viaje a Francia del rebelde de las FARC que a finales de octubre pasado desertó de esa guerrilla y huyó con el ex congresista Óscar Tulio Lizcano, al desvincularlo del proceso que le seguía por el delito de secuestro.

"Isaza", alias de Wilson Bueno Largo, fue desvinculado del proceso por secuestro en el que comparecía, explicó a Efe un portavoz de la Fiscalía General, e indicó que la decisión supone que el ahora ex guerrillero quedará en libertad cuanto antes.

"La fiscalía se abstuvo de dictarle medida de aseguramiento (orden de detención)" por su posible responsabilidad en el caso de Lizcano, agregó la fuente.

La decisión la adoptó un fiscal de la Unidad Antisecuestro de la entidad judicial, que había abierto en contra de "Isaza" una causa por su presunta participación en el secuestro, en junio de 2000, del entonces legislador Lizcano.

El investigador del caso estableció que Bueno sólo estuvo en contacto con el ex parlamentario en los dos ó tres meses anteriores a la deserción y fuga del rebelde con el rehén, agregó el portavoz.

En ese lapso, "Isaza" hizo de carcelero de Lizcano, pero en sus contactos con él le prometió que iba a planear su puesta en libertad, continuó la fuente.

Bueno huyó con Lizcano y lo puso en libertad el 26 de octubre pasado en las selvas del Chocó, departamento de la frontera oeste con Panamá.

La decisión final en favor de "Isaza" fue adoptada con el consentimiento del fiscal general, Mario Iguarán, que previamente autorizó la desvinculación del desertor con una causa por rebelión, en virtud de una norma legal que facilita la reinserción de guerrilleros o paramilitares que dejen las armas.

Además de este beneficio jurídico, el Gobierno colombiano le prometió a Bueno una recompensa cercana a los 1.000 millones de pesos (poco más de 428.500 dólares) por haber puesto en libertad a Lizcano, secuestrado durante más de ocho años.

El ex congresista era uno de los 29 rehenes, entre civiles y miembros de la Fuerza Pública, que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han pretendido canjear por medio millar de insurgentes presos, tres de ellos extraditados a Estados Unidos.

A ese número se redujo el grupo de cautivos desde el rescate, el pasado 2 de julio, de la colombo-francesa Íngrid Betancourt, tres estadounidenses y otros once militares y policías colombianos, en las selvas del este del país.

Betancourt se ofreció el pasado 29 de noviembre en Bogotá, a donde viajó para una breve visita, a regresar a París con Bueno y su compañera sentimental, también antigua rebelde de las FARC.

La ex candidata presidencial emprendió entonces una gira por siete países latinoamericanos para agradecer a los gobernantes de cada uno de ellos por sus esfuerzos en favor de la puesta en libertad de ella y de los demás secuestrados por el grupo guerrillero.