Con menos dinero y peor trabajo, las chicas españolas son guerreras

Pero, ¿cómo? ¿Todavía con esas? Las jóvenes de este país tienen mejor formación académica, son más independientes, pero siguen cobrando menos —la friolera de un 30%— y tienen tasas de paro significativamente más altas que los chicos de su edad. Y eso que hablamos de la generación que conoce la dictadura de oídas, "la gente joven que se ha criado en un país democrático, con nuevos valores". Pese a todo, estos datos, que se desprenden del Informe Juventud en España 2008, "no sorprenden". Lo asegura Gabriel Alconchel, director del Instituto de la Juventud (Injuve), que analiza prácticamente la única conclusión negativa a la que llega el barómetro sobre la gente joven en España: la desigualdad de género.

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Que hay una disfunción entre la realidad legal de las mujeres de nuestro país y su día día no es una novedad. Sin embargo, el director del Injuve reconoce que, cuanto menos, "llama la atención" que esto se produzca en el grupo de personas que tienen entre 17 y 29 años, la franja de edad estudiada para realizar el informe.

¿Será que años de educación en igualdad no han dado el fruto esperado? "Seguimos percibiendo una mentalidad y unas actitudes machistas en la sociedad", se lamenta Alconchel. Según él, los esfuerzos de algunos padres, educadores y políticos que sueñan con una igualdad de facto entre hombres y mujeres no ha logrado arrancar la lacra del machismo del "imaginario colectivo de la gente joven".

Para quien no se lo crea, una bofetada de realidad convertida en datos:

• Formación: Es una de las buenas noticias (para las mujeres) del informe. Las chicas obtienen mayores niveles educativos que los varones. La entrada de las mujeres en las aulas pisando fuerte se ha reflejado en las encuestas. En concreto, el 17,2% de las mujeres han concluido estudios superiores, frente al 14,1% de los varones. ¿Servirá para algo?
• Ocupación: Para conseguir los mejores puestos de trabajo, de momento, la mejor formación de las féminas no tiene mucho peso. Alchochel destaca que la actividad femenina ha repuntado, pero sigue siendo insuficiente. La discriminación laboral está ahí le pese a quien le pese. Teniendo en cuenta que el paro juvenil es levemente mayor que el paro del total de la población activa, las mujeres se llevan la peor parte siendo un 53% de las mujeres menores de 29 años las que tienen trabajo, frente al 61,1% de los hombres.
• Independencia económica: La relación entre la ocupación y la independencia es inevitable. Los hombres jóvenes pueden vivir más de sus ingresos que las mujeres, y con diferencia. Así, entre el 86 y el 89% de los varones de entre 25 y 29 años y entre el 70 y el 85% de las mujeres de la misma edad, que ya están trabajando, pueden vivir por su cuenta.
• Salario: No en balde, por si no fuera lo suficientemente preocupante que el salario mínimo de los jóvenes sea de 963,92 euros al mes, nosotras cobramos casi un 30% menos que los hombres. La situación salarial es todavía más sangrante, siendo el salario medio de los chicos de 1076 euros, y 827 euros el de las mujeres.

Con todo, las mujeres nos vamos antes de casa que los hombres, aunque cueste dar el paso. Seis de cada diez jóvenes no tienen intención de mudarse de casa de sus padres, la edad de la emancipación se ha rebajado —un 5% para ser exactos— desde que se realizó la misma encuesta hace tres años. Pero somos nosotras las primeras en abandonar el domicilio paterno y, según el estudio, en mayor número que los varones. Para el director del Injuve, "las mujeres toman decisiones más responsables que los hombres jóvenes. Esto tiene que ver con la madurez y la valentía de las mujeres jóvenes en nuestro país", sentencia.

De la capacidad de adaptación de las mujeres ya hemos hablado en alguna ocasión. Flexibilidad y pragmatismo es la clave. En el caso de la juventud española, algunos expertos creen que se debe a la educación. Muchos hombres ya son educados para valerse por sí mismos y a no tener miedo a las tareas del hogar. Cada vez más chicos preparan la comida para sus parejas nada duchas en cocina. Sin embargo, el número de mujeres que participan activamente en las tareas domésticas desde una temprana edad es mayor que el de hombres. Los hombres van incorporándose paulatinamente a estas tareas, pero las mujeres ganan por goleada, de ahí que les de menos pereza dar el paso.

La familia, bien gracias

Mujeres y hombres coinciden en el modelo de familia en el que los dos miembros de la pareja trabajan y comparten las tareas del hogar. Aunque son las mujeres las que más sueñan con este tipo de vida, "el discurso es bastante igualitario", señala Alconchel. Pero, según él, "después no se corresponden las respuestas con la práctica" y, por ejemplo, ante la pregunta sobre si los hijos frenan la carrera profesional de la mujer, hombres y mujeres coinciden en el sí rotundo.

En cuanto a la forma de ver la vida y la sociedad, muchos hablan de una conservadurización de la juventud. "¿Conservadores? No es verdad", cree el director del Injuve, para quien el "repunte del conservadurismo" en temas como el de la pena de muerte —tres de cada diez jóvenes se ha mostrado a favor—, tiene mucho que ver con el aumento de la población inmigrante, que se ha incrementado en los últimos cuatro años. "Algunas de estas personas tienen valores más apegados a los roles tradicionales", explica Alconchel.

Pero en general, cree el máximo responsable del Injuve que los jóvenes españoles de hoy son más abiertos, aunque más responsables en cuanto a conductas sexuales, drogas, etc, y sobre todo "más autónomos y valientes". Para él, la sociedad actual está formada por "jóvenes que no están contentos con la imagen que se tiene de ellos". ¿Pasivos? Es posible. Alconchel los considera más bien "discretos". En cualquier caso, se quejan poco, como las mujeres que, a pesar de todas las trabas con las que se siguen topando en la sociedad, "piensan que nadie les va a regalar nada sin esfuerzo" y menos en la coyuntura de crisis que van a protagonizar. Según el director del instituto, las mujeres, y todos los jóvenes en general, "perciben que llegan malos tiempos, pero confían mucho en sus capacidades".