La penitencia por usar jets: el viaje a Washington, en híbrido

La industria del automóvil se desmorona en Estados Unidos. La crisis ha asestado una puñalada (¿mortal?) a los tres grandes iconos de la economía americana. Los fabricantes de coches Ford, General Motors y Chrysler hoy han vuelto al Congreso estadounidenses para pedir un plan de rescate por valor de 34.000 millones de dólares que trate de evitar la bancarrota a la que parecen abocadas sus empresas y el trabajo de sus millones de empleados.

(EFE)

El presidente de General Motors llega al Capitolio al volante de un Chevy.

Los directores generales de las tres compañías ya estuvieron en el Capitolio hace dos semanas pasando la gorra. Sin embargo, en esta ocasión se han cuidado muy mucho de viajar hasta Washington en jet privado como hicieron entonces. Esta conducta fue criticada duramente por algunos legisladores americanos, que señalaron la "deliciosa ironía" que existía en ver salir a los ejecutivos de "sus aviones privados de lujo con sus tazas de estaño" diciendo que necesitaban dinero para reflotar sus negocios.

Bien, pues los directores de los llamados 'Tres Grandes de Detroit' no sólo no han repetido sus excesos, sino que han practicado la penitencia conduciendo los 836 kilómetros que separan su ciudad y Washington en coches híbridos. Quizás con este gesto, además de hacer explícito cierto propósito de enmienda, hayan querido promocionar la nueva gama de autos ecológicos de sus empresas. Sobre todo, teniendo en cuenta que el pasado mes de septiembre el Congreso aprobó una ayuda de 25.000 millones de dólares a las compañías automovilísticas cuya producción respetara el medio ambiente. Después tantas críticas recibidas, los mandatarios de Ford y General Motors han anunciado además que van a vender sus aviones y que reducirán su salario en un millón de dólares.

Pero los guiños a la contención han servido de poco a los líderes de la industria automovilística norteamericana. Las reticencias a aprobar su plan siguen siendo importantes entre los políticos. Muchos consideran que los 'Tres Grandes de Detroit' cavaron su propia tumba al no prever debidamente el descenso de la demanda. Y también gran parte de la población americana los percibe como culpables de su propio desastre. Según una encuesta realizara por la CNN el pasado miércoles, el 61 por ciento de los estadounidenses se oponen a que estas empresas reciban la ayuda prevista por su plan, presentado el pasado martes. El Comité de la Banca del Senado, donde se discute la propuesta, podría dar luz verde a una iniciativa de rescate la próxima semana.