Desde las 7 de la mañana, tres horas antes de que H&M abriera sus puertas para poner a la venta la colección que ha realizado con Comme des Garçons, ya había gente haciendo cola en la Gran Vía de Madrid. La cadena sueca no dejaba detalle al azar, turnos controlados, cafés para superar el madrugón y aguantar el frío. Y en la cola, de todo un poco, los que iban ya con todo fichado, grupos organizados, algún cotilla con tiempo libre y sobre todo mucho absentista laboral, de esos que han contado cualquier cosa en el trabajo para cogerse un par de horas de la mañana y entrar en manada a la tienda. La colección ha volado en unos minutos. La gente, con perchas y perchas en la mano no soltaba prenda. Si lo hubieran regalado no habría tenido tanto éxito.