Un jubilado adiestra a su perro y le hace un carro para transportar productos de huerta

Salamanca.-  "Diego Álvaro AV-100" es la matrícula que lleva el carro de madera que Alejandro Sánchez, un jubilado residente en la localidad abulense de Diego Álvaro, en el límite de la provincia de Salamanca, ha realizado para que su perro pueda transportar los productos de la huerta que cultiva.

ampliar foto

(EFE)

Alejandro Sánchez (d), un jubilado residente en la localidad abulense de Diego Álvaro, en el límite de la provincia de Salamanca, ha fabricado un carro de madera y ha adiestrado a su perro para que pueda transportar los productos de la huerta que cultiva.

Varios meses de trabajo y tesón le han costado a este jubilado adiestrar a su perro, al que asegura que profesa un gran cariño, para que lleve un carro, réplica de los antiguos que se utilizaban en las tareas del campo tirados por bueyes, tal y como ha explicado a Efe.

A "Jandrín", como se le conoce por los pueblos abulenses limítrofes con la provincia de Salamanca, se le ocurrió la idea de adiestrar a su perro y construirle un carro a su medida "porque por un lado me ayudaba a traer las patatas y también ha sido como algo personal, a ver si lo podía hacer".

En un principio muchos fueron los que no creyeron en la viabilidad de su proyecto e incluso "alguno se reía, porque pensaban que no lo iba a conseguir", relata Alejandro a Efe.

Pero fiel a sus ideas y con un marcado tesón, comenzó el montaje de un carro de madera de pino, "al estilo de los de antes", puntualiza, cuya confección le llevó varias semanas "porque no tengo las herramientas necesarias y lo he hecho con una sierra de mano, y así cuesta más trabajo y tiempo".

Una vez terminado el carruaje, que ha adornado posteriormente y que cuenta con un mural central pintado por un amigo del pueblo en el que aparece retratado Curro Romero en plena faena taurina, emprendió la tarea más costosa para él, conseguir que el perro se acostumbrara a llevar el carro.

Un podenco de quince meses criado en Villanueva del Campillo (Ávila) y al que llama con el nombre de "Maradona", es su compañero en este singular proyecto.

"Se me ocurrió porque es un perro muy manso, y me dije que porqué no podía conseguirlo yo con un perro de quince meses cuando antes domábamos vacas de seis años para arar", comenta orgulloso.

Y así con paciencia fue adiestrando al can para que se acostumbrara a meterse entre los palos laterales del carro y posteriormente a llevarlo con carga.

Jandrín precisa que "tengo mucho cuidado con la carga y la echo en medio para que sean las ruedas las que la soportan y él sólo tire", a la vez que añade que "cuando hay cuestas yo le ayudo a llevarla".

El carro con el perro se han convertido durante este verano en la atracción de niños y mayores de Diego Álvaro y Alejandro explica orgulloso que "me han sacado fotos por todos los lados".

Fiel a su buen humor, el jubilado asegura que cuando terminó de sacar todas las patatas del huerto y transportarlas con ayuda de "Maradona" hasta su casa, "le dije (al perro), ahora tienes un mes de permiso".

Para evitar que pueda morder a cualquier persona, el perro tiene un bozal, "pero más que a las personas, porque se va detrás de todos los gatos y tengo que llevarle agarrado", comenta su dueño.

Jandrín y Maradona se han convertido en un referente en este pequeño municipio abulense, pero también en una muestra de lo que se consigue con cariño y tesón.