"La saña persecutoria es mayor contra los que militamos en el Frente Sandinista"

La mañana del pasado domingo fue muy movida en la pequeña oficina de la Fundación CINCO presidida por el periodista Carlos Fernando Chamorro, hijo de la ex presidenta, Violeta Chamorro, y de uno de los activistas contra la dictadura de Somoza más emblemáticos, Pedro Joaquín Chamorro. La Policía irrumpió con una orden para registrar las instalaciones de la organización. Algo similar estaba ocurriendo en la sede del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM). Todo comenzó con las denuncias de la prensa partidaria al gobierno de Daniel Ortega, que acusaron a estas organización de lavar dinero en colaboración de Oxfam.

(EFE)

Carlos Fernando Chamorro se siente acosado por el gobierno de Nicaragua.

Chamorro no da crédito a la actuación de las autoridades nicaragüenses. "La orden judicial está basada en una ilegalidad que se origina en una cadena de ilegalidades. Todo empezó a finales de agosto, cuando el semanario oficial 'El 19' —que dirige la mujer del presidente, Rosario Murillo,— calificó como delictivo un convenio suscrito entre Oxfam-Gran Bretaña, la ONG CINCO y el Movimiento Autónomo de Mujeres, para promover la plena ciudadanía de las mujeres", explica el activista a soitu.es a través del email.

Para él, las denuncias que califican el acuerdo como un "intento de lavado de dinero" son simplemente una "persecución". Y no sólo contra la ONG, sino también contra el Movimiento de Renovación Sandinista y al Partido Conservado. "El problema está en la naturaleza autoritaria del liderazgo del presidente Ortega y su proyecto de concentración de poder", afirma Chamorro. Y es que estas organizaciones —como los medios de comunicación no estatales— "ejercen una fuerte fiscalización del poder gubernamental y han demostrado una gran capacidad para convocar manifestaciones masivas".

En el caso del MAM, todo apunta a una cuestión más personal, puesto que esta organización defendió a la hijastra del presidente, Zoilamérica Narváez, en su denuncia contra Ortega por supuesta violación. Pero "la saña persecutoria es mayor contra los intelectuales que en los 70 y 80 militaron en el Frente Sandinista luchando contra Somoza", recuerda Chamorro. Ése es el caso del cantautor Mejía Godoy, del poeta Ernesto Cardenal y de muchos otros críticos del "autoritarismo" de Ortega, que gozan de "gran credibilidad".

"Una brutal campaña intimidatoria"

Durante los últimos meses han aparecido supuestos escándalos políticos que salpicarían al presidente Ortega —desde denuncias por una extorsión fraguada desde el partido gubernamental a empresarios, empresas fantasma en Panamá para negocios estatales o la utilización de recursos del Seguro Social para la construcción de casas para miembros del Gobierno—. "Desde que se dieron a conocer estas informaciones, la radio y la televisión pública inauguraron conmigo una campaña negra donde se me atribuyen un rosario de delitos, además de negarnos información oficial, y ya no digamos publicidad", comenta Chamorro.

El presidente de la Fundación CINCO denuncia la "brutal campaña intimidatoria" que se ha lanzado contra medios y periodistas críticos. "Correa nos ha calificado de 'asesinos', 'hijos de Goebbels', 'mafiosos', 'oligarcas', 'conspiradores'.... Además, se han celebrado juicios amañados por injurias y calumnias y se han hecho presiones económicas", apunta.

Tampoco la dinastía Chamorro parece librarse de esos ataques. "Ortega me acusó de resistirme al allanamiento ilegal porque tengo un apellido 'oligarca' y me considero 'intocable'". Sin embargo, Carlos Fernando dice llevar "con mucha honra" el apellido de su padre, Pedro Joaquín Chamorro —"mártir de las libertades públicas de Nicaragua"—, y que con ese apellido él mismo luchó desde el sandinismo contra los oligarcas nicaragüenses . Además, advierte que seguirá criticando las arbitrariedades del Gobierno de Ortega, "desde el periodismo independiente, sin ninguna atadura partidaria, que ejerzo desde siempre".