La clarividencia de Imaz: cómo la red cambia el espacio político

BARCELONA.-  Josu Jon Imaz, en una de sus primeras intervenciones públicas tras su regreso de Estados Unidos y su nombramiento como presidente de Petronor, ha realizado un análisis clarividente sobre la transformación del espacio público y la política en la nueva sociedad conectada por internet.

(E. P.)

"Vamos a un mundo de redes, sin centros, más universal, con muchas oportunidades para crear nuevos espacios de relación, nuevos ámbitos de cooperación que rompen los esquemas tradicionales marcados por los mapas".

Imaz, en esta intervención, realizada esta mañana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Barcelona, nos ha contado cómo la gran ventaja del mundo que se está conformando es que "no hay centro y eso nos desconcierta a todos, también a los políticos, la incertidumbre se ha convertido en el paradigma con el que nos ha tocado vivir".

"Estamos en una sociedad amenazada, pero también llena de oportunidades, lo hemos visto en los últimos días, Gordon Brown ha pasado de ser un cadáver político a convertirse en el líder global de la reacción ante la crisis".

¿Cómo afectará todo esto al concepto de nación? No lo sé, responde Imaz, que presidió el PNV y abandonó su cargo ante el peligro de generar un divisón irresoluble en el nacionalismo vasco. "Se crearán nuevas comunidades de identidad, sin sustituir a las existentes, con menor dependencia del concepto territorial y más espacios para la libertad personal".

"Si los pequeños espacios culturales y lingüísticos aprovechan la red, si se convierten en nodos, pueden aprovechar la situación. Ya pasó el tiempo de afirmarse frente al otro. Cuantas más conexiones creemos, cuanto más compartamos, cuanto más nos abramos a la red, seremos más fuertes".

Obama se ha convertido para Imaz en el político de internet, el primero que ha sabido usar la red no como una mera herramienta, sino poniendo la tecnología al servicio de la creación de una estructura, llenándola de contenidos y, además, convirtiéndola en una máquina de hacer dinero.