Geocaching: los adultos también juegan a descubrir tesoros

El GPS se ha convertido en una suerte de tecnología que está inspirando muchas aplicaciones lúdicas. Si hace un tiempo los medios y blogs de todo el mundo se hacían eco de lo que se denomina 'GPS Drawing', que no es otra cosa que trazar gigantescos dibujos mediante la tecnología de geoposicionamiento, hoy hablamos del 'geocaching', una práctica que se encuentra a caballo entre el deporte y el juego y que, al contrario de los que suele suceder con muchas aplicaciones tecnológicas, requiere que te levantes del sillón y te des largas caminatas buscando tesoros.

Photo Mojo (Flickr)

En esencia, el 'geocaching' consiste en esconder un tesoro, casi siempre simbólico y cuyo tamaño puede ser muy variable, en algún lugar más o menos recóndito. Una vez escondido, los participantes en esta actividad deben buscarlo siguiendo las coordenadas geográficas en las que se encuentra el mismo. Este juego comenzó cuando la degradación de la señal de GPS fue suprimida por la administración Clinton el uno de mayo del 2000. Dos días después, un recipiente con objetos fue escondido y sus coordenadas fueron publicadas en internet. Para el 6 de mayo el escondite ya contaba con dos visitas.

Aunque suene extraño se puede jugar a esto sin usar GPS, por lo que no puede decirse que esta sea una actividad que dependa plenamente de la tecnología. Jesús Morena, presidente de la asociación española de geochaching Geobuscadores Españoles Asociados (GEA), nos confirma que él conoce a dos personas que lo practican utilizando los precisos mapas militares y con la tradicional brújula.

Sin embargo, esto no es lo normal. Lo común es utilizar un buen GPS que permita movernos por lugares que van más allá de las principales carreteras, calles, y caminos; que es lo que comunmente incluyen los dispositivos de automóvil tipo Tom Tom. En este sentido Jesús Morena nos explica que sus preferidos son los de la empresa Garmin, que de hecho promociona el 'geocaching' activamente. Sin embargo, no es completamente necesario adquirir un aparato concreto, pues incluso el GPS del iPhone puede ser adecuado usando la aplicación Groundspeak's Geocaching.

Geomonedas y caches

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Otros accesorios que se utilizan en el 'geocaching' son las denominadas geomonedas, popularmente conocidas como 'geocoins'. Estas suelen ser acuñadas por particulares o asociaciones de jugadores. Es posible encontrarlas en los en los 'caches', que no son otra cosa que las metas del juego. Algunas son verdaderamente extrañas y codiciadas, por lo que se ha formado un curioso mercado de intercambio.

En España las comunidades autónomas en la que más abundan los tesoros son Madrid y Cataluña, mientras que La Rioja y Cantabria se encuentran en el polo opuesto. De hecho, uno de los cometidos de la asociación que preside Jesús Morena es, tal y como él mismo nos explica, "vigilar tal o cual zona para que no esté desabastecida". En realidad localizar el tesoro, siendo importante, no es lo principal.

Los 'caches' se suelen ubicar en lugares que uno de los jugadores desea descubrir a otras personas. De hecho, existen varias modalidades de dificultad y los objetivos se puntúan de uno a cinco. Los de grado uno son accesibles "incluso para una persona en silla de ruedas", explica Morena, mientras que para localizar los de mayor dificultad es posible incluso tener que llegar a practicar el submarinismo o hacer escalada. Sin embargo, el presidente de la GEA nos explica que "en torno al ochenta por ciento de los caches tienen una categoría de 2 a 3 estrellas, lo que queremos es que la gente vaya a verlos y los encuentre".

Los tesoros que pueden encontrarse son muy diversos: desde juguetes, algo que suele hacer las delicias de los niños si estos acompañan al adulto en la búsqueda, hasta las citadas geomonedas. Lo que es inexcusable es que todos los tesoros, por pequeños que sean los recipientes, incluyan un pequeño libro de firmas.

¿Conoces a alguien que practique el 'geocaching'? ¿Te gustaría practicarlo? Te escuchamos.