Carmen Morales asegura que "el teatro es una prueba de fuego para cualquier actor"

A Coruña.-  Inmersa en los ensayos de la comedia "La importancia de llamarse Ernesto", una versión modernizada de la última pieza teatral de Oscar Wilde, que llegará al Teatro Colón Caixa Galicia de A Coruña el próximo sábado, Carmen Morales asegura que "el teatro es una prueba de fuego para cualquier actor".

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(EFE)

Inmersa en los ensayos de la comedia "La importancia de llamarse Ernesto", una versión modernizada de la última pieza teatral de Oscar Wilde, que llegará al Teatro Colón Caixa Galicia de A Coruña el próximo sábado, Carmen Morales asegura que "el teatro es una prueba de fuego para cualquier actor". En la imagen, la actriz Carmen Morales, durante el rodaje de la serie de Telemadrid "Dos de mayo.

A esta madrileña de 37 años le ha dado tiempo a hacer "de todo". Estudiar la carrera de Publicidad y Relaciones Públicas, cantar junto a su madre, Rocío Dúrcal, desfilar como modelo y trabajar como periodista en el programa "De tú a tú", junto a Nieves Herrero, son sólo algunos de los terrenos que se ha atrevido a explorar.

Pero Carmen Morales descubrió su verdadera vocación "un poco tarde", cuando la llamaron para realizar un 'casting' para participar en una serie de televisión, que resultó ser la exitosa "Al salir de clase", emitida por Telecinco.

A medida que iba pasando las pruebas, comenzó a "sentir algo por dentro" y decidió que eso era lo que realmente le gustaba.

"Esa serie fue mi escuela", admitió en una entrevista con Efe. "Yo no había ido a clases de interpretación, y, de repente, me quedé sola con mi personaje".

"Al salir de clase" lo supuso todo para ella también personalmente Sólo tiene excelentes palabras para sus compañeros, con muchos de los cuales todavía conserva una buena amistad.

Desde aquella, hace ya once años, Morales ha trabajado en televisión, cine y teatro y, como la mayoría de los actores, afirma no poder elegir, porque "cada una de esas vertientes tiene algo especial".

"El cine es más pausado y, en él, hay más unión entre director y actor", mientras que, en una serie diaria en televisión, "es brutal el cambio de registro de una secuencia a otra", explicó.

"En una escena puedes estar muy alegre y en la siguiente tienes que llorar", señaló la actriz, que asegura haber llegado a grabar "17 secuencias distintas en un día".

Además, Morales participó, junto a Lina Morgan, en "Academia de baile Gloria", de Televisión Española, donde "el guión se combinaba con la improvisación", convirtiéndose en "una especie de teatro grabado".

En cuanto al teatro, lo considera "pura energía". En él, la función "nunca sale igual, las frases no se puede repetir, y, por eso, tienes que estar siempre al cien por cien, por ti y por tus compañeros", sentenció Morales, con títulos como "El galán fantasma", "Olvida los tambores" y "Ninette y un señor de Murcia" a sus espaldas.

"El teatro es una prueba de fuego para cualquier actor y hay que tener muchas agallas para enfrentarse a él", puntualizó Carmen, que reconoció que, hoy por hoy, todavía sigue sintiendo nervios cada vez que se sube a un escenario.

"La tensión siempre está ahí, pero es bueno tenerla. Si un actor sale al escenario relajado, mala cosa", advirtió.

El próximo sábado, 11 de octubre, llevará al Teatro Colón la obra "La importancia de llamarse Ernesto", una actualización realizada por Daniel Pérez y Eduardo Galán de la obra de Wilde, en la que éste pretendió reflejar la doble moral de la sociedad, las "máscaras" que algunos individuos se ponen para conseguir sus objetivos.

En esta pieza, Morales interpreta el papel de Gwendolen, una mujer que "utiliza maravillosamente esas máscaras para lograr su objetivo: casarse con Ernesto".

Ese personaje "no tiene nada que ver" con los anteriores a los que ha dado vida en el escenario. Y considera que en ello reside "la magia" de ser actriz, en poder ser "camaleónica" y desempeñar cualquier rol.

Carmen Morales no tiene un referente claro en el panorama de la interpretación, pero sí "una favorita desde siempre", la norteamericana Meryl Streep. "Me fascina y es maravillosa, pero no es una admiración de 'Ay, yo quiero ser como ella'. He admirado a otras muchas, como Audrey Hepburn, y a numerosos directores", dijo.

Aunque tiene palabras de reconocimiento para los actores y actrices españoles que "han dado el salto" al cine internacional, "también es bonito ver cómo otros muy buenos se ganan la vida aquí, especialmente en el teatro".

La intérprete recuerda todos sus trabajos "con especial cariño", algo que viene motivado por "la química" que ha tenido siempre con los actores que la acompañaron en el reparto.

"El trabajo es trabajo, al fin y al cabo, y con lo que te quedas es con las personas", destacó.