En la Bolsa de Madrid sólo aguantan los veteranos: "Yo viví esto en el 87"

MADRID.-  "Yo ya viví una situación así en el 87", comenta Antonio, que trabaja en la Bolsa de Madrid desde hace 23 años. De ahí que a cierre de la jornada de ayer, con una caída del 3,88% en el Ibex-35, le resultase inevitable —como a muchos de los más veteranos del parqué madrileño— recordar aquel 19 de octubre que se bautizó como "martes negro". Pero nada de lo que pasó ayer, asustaba ya esta mañana. Después de todo lo que han vivido, ya no tienen miedo. "Estas cosas asustan a los más nuevos, pero ellos ya no vienen a invertir. La crisis los ha echado del parqué", dice Pepe, otro veterano.

(M.L.)

Veteranía entre los habituales de la Bolsa.

Las idas y venidas de los valores bursátiles se han convertido en algo habitual para ellos y se han terminado por acostumbrar. No hace ni un año, el pasado 21 de enero, que el mundo vivió otra debacle histórica. Al fin y al cabo, como dice Arturo, que lleva más de 40 años en este negocio, "esto es algo cíclico". "Cada cinco o seis años se producen ajustes. Yo viví el 87, el 90, el 97... Ahora tenemos un mal periodo pero ya nos recuperaremos", comenta.

La veteranía es lo que le hace estar tranquilo. Dice que en la Bolsa no se puede saber, "sólo estar informado leyendo todo lo posible" y a partir de ahí actuar. En medio de la conversación le suena el teléfono. Es su agente que le comunica que su última operación le ha hecho ganar algo de dinero. Nada más abrir el parqué, a las 8:30 de la mañana, vio que era el momento de realizar unas compras que a mediodía, con la subida del Ibex-35, ya dieron su fruto. No se cuelga méritos pero dice que ha sabido actuar gracias a su experiencia. "Aquí es la única que vale, porque los que no la tenían, con la crisis han tenido que salir huyendo", comenta. Explica que el nuevo que se creía que llegar a la Bolsa y ganar dinero era todo uno, "ha terminado por salirse porque en la Bolsa siempre se pierde y ahora mucho más".

Antonio, que tiene 39 años y lleva desde los 16 trabajando en el parqué madrileño, cuenta que hace sólo dos años había una media diaria de 150 personas en el edificio y que en este tiempo ha perdido un 80% de clientela. "Ahora sólo vienen en torno a 30 personas y esto es efecto de la crisis", comenta. Como diría Pepe —inversor desde hace 12 años—, "aquí ya sólo quedan los últimos de Filipinas" porque la gente ha huido por el miedo a que las caídas sean todavía más dramáticas. Antonio recuerda el caso de un grupo de 15 chicos que en 2004 ganaron cada uno una media de 15.000 euros y han acabado yéndose con "sólo unos 1.000 en su maletín". Es lo que decía antes Arturo, la falta de experiencia les hizo perder los nervios.

¿Parecidos con el 87?

Con sólo 18 años Antonio vivió el crack de 87. En ese momento la situación era muy distinta, los clientes no podían desinvertir y eso con la caída generalizada de los valores provocó un estado general de nerviosismo que además, en cierto modo, era tangible. "Antes todo se hacía aquí, el parqué estaba lleno de inversores, no cabía nadie, los teléfonos sonando... y eso pues daba una sensación más de caos", ahora la cosa ha cambiado porque sólo un 1% de la gente que opera en Bolsa acude al parqué. "Los nervios sólo se notan cuando alguien te llama por teléfono porque te preguntan hasta por su banco", dice.

Lorenzo, que vino por primera vez a la Bolsa en 1985, dice que la diferencia con el 87 es que la crisis entonces duró un par de meses y ésta arrastra ya desde agosto de 2007. "Entonces me asusté mucho más que ahora", comenta. Aunque en este tiempo, y especialmente ayer, ha habido bastante nerviosismo generalizado, la intervención de los bancos centrales da cierta tranquilidad. Aunque hay una cosa que no se les escapa y es lo que les preocupa. Arturo lo dice claramente, "ahora la crisis es también política". Y Pepe lo explica. "El recuento a mano de la votación ayer en el Congreso de EEUU y la negativa de los propios republicanos a la medida propuesta por Bush hace ver que su política ha sido nefasta para todo el mundo, no sólo para su país", comenta. Es la consecuencia del mundo globalizado, Europa sufre los efectos de EEUU. La solución para Pepe vendrá cuando se produzcan las elecciones norteamericanas el próximo 4 de noviembre.

Pero no todo es malo en un mundo globalizado. Pepe, Antonio, Arturo y Lorenzo están convencidos de que será esto, precisamente, lo que evite que se viva un nuevo crack del 29, con el que ya se compara la situación actual. "Ahora se sabe lo que pasa en todas partes. Ya nada pilla por sorpresa, como antes", dice Arturo. "Además —sentencia Lorenzo— en el 29 se subieron los intereses para hacer frente a la situación. Ahora hemos aprendido y se ha optado por bajarlos".