Lo que hay que consumir más que nunca

Consumir de forma desenfrenada como hasta ahora está desfasado. Quién lo iba a decir, pero lo que se lleva cada vez más es ser ecologista. Si lo que quieres es ahorrar dinero, hazle un favor al planeta: consume de forma más responsable, consume uno de estos objetos.

Bicicletas, carritos de la compra, ollas a presión para cocinar o ropa de abrigo para estar en casa sin tener que recurrir a la calefacción cuando comience el frío. Estos son algunos de los productos que hemos seleccionado en los que resulta interesante invertir. ¿Propones tú otros?

Una bici: 159 euros

Cambia el coche por la bici. Con la subida del precio del petróleo, llenar el depósito sale realmente caro. ¿Apuros? Pues olvídate del coche. Prueba a montarte en una bicicleta: contribuirás a reducir las emisiones de cambio climático y ya de paso te ahorras hasta el gimnasio. Si no quieres gastarte mucho en una bicicleta, puedes adquirir por internet alguna en muy buen estado en alguno de los muchos mercadillos de segunda mano que existen.

Una bici plegable: entre 300 y 500 euros

Si no tienes espacio en casa, puedes recurrir a una bici plegable (una como la que lleva el diputado del PP Guillermo Mariscal). Estas son más ligera y muy fácil de transportar. También más caras, pero no deja de compensar económicamente. ¿Que no te van las bicis en absoluto? Súbete entonces al transporte público. Y si lo que no puedes es bajarte del auto, pues entonces compártelo o, al menos, aprende las técnicas de la 'ecoconducción' para ahorrar combustible .

Un remolque para la bici: 165 euros

Si eres de los que ya se han decidido a hacer más uso de la bici, recuerda que hay todo tipo de complementos que te pueden facilitar las cosas. Un remolque puede servirte para llevar la compra o muchas otras cosas. También hay alforjas y sillitas especiales para niños. En Amsterdam, usan la bici hasta para hacer la mudanza .

Olla a presión: 95 euros

Es más barato comer en casa que salir a un restaurante. Pasa de platos preparados o comida rápida e intenta cocinar. Esto te permitirá mirar más lo que gastas. Vuelve a los platos de legumbres, las sopas, la verdura... Si además quieres ahorrar energía en casa, puedes echar mano de una olla a presión, ya que al necesitar menos tiempo de cocción, se reduce el consumo (también gasta menos agua y preserva mejor las propiedades de los alimentos).

Carrito de la compra plegable: 15 euros

Cambia tu forma de ir a la compra: busca los mejores precios por las tiendas cercanas a tu casa. De esta forma, no tendrás que recurrir al coche y evitarás gastar combustible. Además, andar un poco siembre viene bien. Puedes hacerte con un carro de la compra ligero y plegable que te ayude a cargar los alimentos. No te fijes sólo en los precios de la tienda: compra verduras y alimentos de temporada que necesiten un menor tiempo y coste de preparación. Si apuestas por productos locales, ayudarás a reducir la contaminación que supone el transporte desde sus lugares de procedencia.

Bolsas de tela

También puedes recurrir a las bolsas de tela reutilizables. Ya no es sólo por no gastar bolsas de plásticos, sino por ir a comprar con una mentalidad distinta. No se trata de no gastar, sino de hacerlo con inteligencia. Hazte listas de lo que necesitas y evita comprar cosas superfluas. Los formatos grandes salen más baratos (y evitan que la basura se llenen de envases). Algunas tiendas de ropa ya han sustituido las tradicionales bolsas de plástico por otras de tela que llevan su marca impresa, como por ejemplo 'Misako' o 'Diésel'. También puedes comprarlas en los centros comerciales. La bolsa de la imagen es de la firma 'Hayden-Harnett'.

Ropa de punto gordo (> 20 euros)

Puedes ahorrar mucho dinero con la calefacción de casa. ¿Sabías que vuelve a estar de moda el punto gordo? Pues aprovéchalo. Jerseys tipo rústicos y prendas de lana, calentitas para cuando llega el frío. Al igual que te vistes para salir a la calle según la temperatura, procura hacerlo también cuando estés en casa. De esta manera, evitarás encender la calefacción antes de tiempo o subirla a temperaturas muy altas, cuando no sea realmente necesario.

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