Los líderes de la izquierda "radical" latinoamericana plantan a la ONU

Naciones Unidas.-  El presidente venezolano, Hugo Chávez, el ecuatoriano, Rafael Correa, y el nicaragüense, Daniel Ortega, considerados líderes de la izquierda "radical" latinoamericana, dieron esta semana plantón a la ONU.

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(EFE)

Los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega (i); de Venezuela, Hugo Chávez (c), y de Ecuador, Rafael Correa (d), el pasado 15 de julio. Chávez, Correa y Ortega, considerados líderes de la izquierda "radical" latinoamericana, dieron esta semana plantón a la ONU.

Aunque hubo una amplia y activa presencia de los presidentes latinoamericanos en la Asamblea General de la ONU, los más afectos a la órbita bolivariana que promueve Chávez no viajaron a Nueva York.

Sí acudió sin embargo el presidente boliviano, Evo Morales, de esa misma tendencia y que recibió en Nueva York un importante respaldo frente a la crisis política y social que vive su país.

La representación cubana la asumió el primer vicepresidente, Jose Ramón Machado Ventura, ya que el jefe de Estado, el general Raúl Castro, no suele viajar al extranjero.

El presidente venezolano ha estado esta semana en China y Rusia, países en los que gestionó la compra de armamento y la cooperación en materia nuclear, y después visitó Francia y Portugal.

En China, aseguró que para él es "en este momento mucho más importante estar en Pekín que en Nueva York" y señaló que Venezuela y el país asiático están "pensando en la creación de un nuevo mundo".

El mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, explicó ayer por su parte que no asistió a la Asamblea General de la ONU porque tenía "problemas más importantes que atender" en su país.

Su ausencia coincidió con la retirada por parte de su hijastra Zoilamérica Narváez de una demanda internacional por abusos sexuales que había interpuesto contra él.

Varias organizaciones feministas anunciaron protestas si Ortega se presentaba en la sede de la ONU.

Por otro lado, Rafael Correa no viajó a Nueva York porque está en plena campaña para el referendo de mañana, en el que los ecuatorianos votarán sobre si quieren la nueva Constitución elaborada por la Asamblea Constituyente.

Los líderes mundiales reclamaron de forma generalizada una reforma democratizadora de la ONU durante los debates de la Asamblea General y los países en desarrollo denunciaron que las decisiones del organismo están dominadas por las grandes potencias.

Los presidentes de Brasil, Chile, Argentina, Colombia y de países centroamericanos abogaron por aumentar la presencia en los foros multilaterales de las naciones en desarrollo y por reformas dirigidas a un mayor control de los movimientos especulativos de capitales.

Estados Unidos está siendo el principal blanco de agrios ataques de muchos países, que lo responsabilizan de permitir una especulación financiera que ha derivado en una crisis de dimensión mundial y que afectará especialmente a los más pobres.

Los países latinoamericanos expresaron el temor a que la crisis dañe el ciclo económico de bonanza que vive la región, para la que el Fondo Monetario Internacional (FMI) calculó un crecimiento del 4,5 por ciento en este año.

El Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, dijo a Efe que América Latina siente frustración porque es "víctima y no actor" de la crisis mundial, que a su juicio tarde o temprano golpeará a la región.

Iglesias advirtió del impacto que puede tener la crisis en el precio e importación de las materias primeras, las dificultades de acceso para el crédito y la disminución de las remesas de los emigrantes a sus países de origen.

El jefe de la diplomacia peruana, Jose Antonio García Belaúnde, indicó hoy en su discurso en la Asamblea que el origen de las turbulencias esta en la conjunción "poco responsable de vacíos regulatorios, inflación inmobiliaria y apalancamientos financieros sin sustento razonable en la economía real".

Los países latinoamericanos insistieron en que la solución a la crisis debe venir del multilateralismo y la reforma de las instituciones financieras internacionales.

El mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, abogó por un diálogo directo con las grandes potencias para reformar las estructuras de las Naciones Unidas y pidió que los países desarrollados cumplan un nuevo papel en un mundo multipolar.

Su colega argentina, Cristina Fernández, acusó a Estados Unidos de tener una "economía de casino" y lo instó a no dar más "lecciones ni recetas" económicas al mundo.