Finaliza la identificación de las víctimas de la masacre estudiantil

Helsinki.-  La policía finlandesa informó hoy de que ya han concluido las labores de identificación de las diez personas asesinadas el pasado martes por un estudiante de hostelería, Matti Saari, de 22 años, en un centro de formación profesional de Kauhajoki (en el oeste del país).

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(EFE)

En la imagen, la escuela de hostelería de Kauhajoki, Finlandia, dos días después de que el joven Matti Saari, de 22 años, acabara con la vida de nueve estudiantes y un profesor en una de sus aulas, antes de pegarse un tiro y fallecer posteriormente en el hospital.

Las víctimas, cuya identidad no se ha hecho pública, eran nueve estudiantes del centro, ocho chicas y un chico, además de un profesor.

Para la identificación de los cuerpos fue necesario cotejar los registros dentales y realizar pruebas de ADN, ya que varios de los cadáveres presentaban serias quemaduras debido a que el asesino les prendió fuego.

Una vez concluida la identificación, los médicos del Instituto Forense de Helsinki proceden a hacer las autopsias para determinar, entre otras cosas, la causa de las muertes.

Según afirmaron fuentes médicas a los medios locales, alguna de las víctimas podría haber fallecido asfixiada por el humo del incendio que provocó el asesino, y no a consecuencia de los disparos.

Mientras tanto, la investigación policial prosigue con el interrogatorio de las casi 200 personas involucradas, entre testigos, familiares y conocidos del asesino, y con la inspección técnica del lugar del crimen.

El responsable de la investigación, Jari Neulaniemi, declaró a Efe que "aún va a llevar varias semanas" determinar las circunstancias que rodearon la matanza de Kauhajoki.

El trágico suceso ha provocado una oleada de denuncias por parte de ciudadanos que han detectado páginas sospechosas en internet, en las que, por ejemplo, aparecen jóvenes empuñando armas.

Estas denuncias han colapsado el servicio de delitos informáticos de la Policía Criminal, que no tiene capacidad para realizar sus propias pesquisas, según informa hoy el diario "Helsingin Sanomat".

El Ministerio de Interior anunció que pretende aumentar los recursos destinados a vigilar posibles amenazas en internet, con el fin de intentar prevenir matanzas como las de Kauhajoki y Jokela (ciudad del sur de Finlandia donde en noviembre del año pasado otro estudiante, esta vez de 18 años, asesinó a ocho personas).

En ambos casos, los asesinos, Matti Saari y Pekka-Eric Auvinen, respectivamente, usaron internet para expresar su odio contra la humanidad y colgar vídeos disparando sus armas.

El hecho de que dos internautas dieran la voz de alarma no fue suficiente para impedir que los jóvenes perturbados llevaran a cabo las dos matanzas estudiantiles que han conmocionado a la sociedad finlandesa.

En el caso de Auvinen, el moderador de YouTube colocó un comentario propio en internet junto a los vídeos del pistolero finlandés, alarmado por su siniestro perfil.

En él se podía leer: "60 miligramos al día evitan las masacres en las escuelas", en referencia a la dosis de antidepresivos que consumía Auvinen.

Diez meses después, un internauta vio los vídeos que había colgado Matti Saari en el popular portal de internet y avisó a la policía.

Esta vez tampoco sirvió de nada, ya que Saari logró engañar al comisario que le interrogó la víspera de la matanza para que no le retirase su licencia de armas ni le confiscase la pistola.