Pedaleando bajo la lluvia

La lluvia es una de las excusas preferidas para aquellos ciclistas que prefieren quedarse en casa o utilizar el coche. Pues bien, os damos unos consejos para que, aunque el día amanezca nublado, no os echéis atrás.

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Cuando llueve aumenta el riesgo de sufrir accidentes, y no sólo con la bici, sino también con otros vehículos. Por eso mismo es importante tomar precauciones para circular de forma segura y no aguarnos el paseo en bici.

Hazte con un equipo adecuado

Cuando cae una tromba de agua, la visibilidad se reduce, por eso, más que nunca, debemos hacernos ver cuando vamos con la bicicleta. Javi Humar vive en Bilbao y trabaja para la organización Bizizibizi, desde donde nos añadieron algunos consejos para la lluvia a nuestro manual de instrucciones. Humar monta habitualmente en bicicleta y asegura que se puede circular sin problemas aunque llueva pero siempre utilizando una buena protección y teniendo más precaución. "Los vehículos te ven menos y hay que tratar de hacer notar nuestra presencia un poco más", añade Humar. Por esta razón es aconsejable que te hagas con un chaleco reflectante, o bien, si no te gusta ser tan fluorescente, hacerte con unas más discretas tiras para brazos o piernas por unos 3 euros en tiendas especializadas. También puedes hacer tu bicicleta más visible colocándole unos reflectores en las ruedas, que cuestan alrededor de 2,50 euros.

Para evitar que llegues calado a tu destino, lo mejor es que te hagas cuanto antes con un poncho o un chubasquero. Lo normal es que con uno corriente la lluvia te termine mojando por algún lado, por eso Humar recomienda dos medidas: "o llevar un chubasquero normal con un pantalón que repela el agua, o bien usar un poncho que te cubra entero, incluidas las manos; lo malo es que no son fáciles de encontrar en España". Los precios de estos chubasqueros son muy variados, desde 15 (que se pueden llevar atados a la cintura y con tiras retro-reflectantes) hasta 70 euros (con un tejido impermeable pero transpirable, recomendadas para largos recorridos).

Mikael Nuevo trabaja en la tienda especializada en ciclismo Bicisesión y aconseja otros productos que pueden evitar que llegues calado a casa. "Para la cabeza existen unos gorros impermeables que se ponen debajo del casco, y para los pies hay botines de gore tex que impiden que traspase el agua, aunque también puedes seguir llevando tu calzado habitual con cubrebotines". Si tu poncho no te cubre las manos, puedes hacerte con unos guantes por unos 10 euros.

Qué instalarle a tu bicicleta

Para la bici algo casi imprescindible es la instalación de un guardabarros que impida que te manches las piernas. "El normal es el que va en el cuadro delantero de la bici, pero también se pueden poner en la tija del sillín para que no te salpique la rueda trasera", dice Nuevo. Los precios de los guardabarros oscilan entre los 6 y los 25 euros.

Para mejorar la estabilidad tienes la opción de comprar unas ruedas con mayor perfil para desaguar que reducen el riesgo de aquaplaning (su precio oscila entre los 12 y 35 euros). Pero si no quieres cambiar las ruedas, al menos revisa la superficie de rodadura de las que tengas, porque si están muy desgastadas puedes acabar perdiendo el control de tu bicicleta.

Los frenos de zapata de tu bici también pueden estar mejor preparados si les colocas unas pastillas específicas de lluvia: "se llaman tricompuestos y tienen tres partes, con una de ellas adaptada para un frenado más seguro en momentos de lluvia". Aun así, por muy preparado que estés, lo más importante es frenar con anticipación puesto que cuando los frenos están mojados tienen unos tiempos de frenada más largos. Una manera de secarlos es frenar varias veces seguidas.

Alicia Urrea es directora de la web Rodadas.net y lleva siete años haciendo cicloturismo por todo el mundo. Urrea asegura que se ha topado con "aguas de todo tipo" y una de sus recomendaciones para mejorar la seguridad, es "colocar una luz roja trasera que sea lo bastante visible". La puedes conseguir por unos 9 euros.

Con qué tener especial cuidado

A pesar de que la equipación de tu bici y tu forma de vestir son muy importantes, al final el factor más importante va a ser tu actitud, por lo que resulta fundamental tener los ojos bien abiertos cuando circulamos bajo la lluvia. "Hay que tener precaución porque la carretera patina, en especial sobre las zonas que están pintadas en la calzada, como los pasos de cebra", explica Humar. Además de estas líneas, hay que tener cuidado con los charcos -que a menudo pueden ocultar socavones-, con las hojas caídas de los árboles, y con las superficies metálicas y de baldosas.

Otro consejo es pedalear por la parte de la calzada que pisen las ruedas del coche que te precede para encontrar un suelo más acondicionado, y por supuesto, ir despacio. Para Humar el mayor problema puede venir en los giros y frenazos bruscos, donde se tiene que tener especial cuidado.

¿Se te ocurre algún otro consejo?

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