La brecha innovación-educación

Hoy quisiera tan sólo plantear un debate sobre un tema que me atormenta desde hace algún tiempo, y que formulo, por ahora, del siguiente modo: la innovación, motor del capitalismo, avanza a buen ritmo. La ciencia digital, las nanotecnologías y las biotecnologías abren nuevos espacios que podrían traducirse incluso en una aceleración, hasta llegar a un punto de cambio de escala que los especialistas (Kurzweil, entre otros) llaman "singularidad".

Inocuo. Flikr

Museo de la ciencia de Barcelona

Los usuarios se dividen en un grupo muy reducido de apasionados que prueban toda novedad, y una inmensa mayoría de personas a quienes les cuesta asumir las tecnologías que, no obstante, utilizan.

Tengo pues la impresión de que, a la brecha digital (digital gap), que tiende a reducirse en cierto modo, si se plantea simplemente en términos de acceso, se añade la que separa a quienes se sirven plenamente de las TIC de quienes las utilizan de forma incompleta. Ya me he referido a esta cuestión anteriormente, a propósito de los trabajos de Henry Jenkins.

A ésta se añade tal vez otra brecha, que quisiera denominar, en inglés (suena bien), la Technology Appropriation Gap (TAG), y que separa el ritmo de innovación de las empresas punteras de nuestra capacidad de hacernos con las herramientas que aquéllas tratan de vendernos.

Si esta brecha existe, podría muy bien traducirse en un doble problema: cada día nos cuesta más mantenernos al día, y llegará un momento (si es que no ha llegado ya) en que les resultará cada vez más difícil vendernos o convencernos de que utilicemos herramientas y servicios cuyo funcionamiento no comprendemos bien, o demasiado difíciles de usar en nuestro universo cotidiano.

Suponiendo que exista, a todos nos interesa reducir esta brecha por medio de la formación y de una revolución en la forma de concebir la educación.

¿Qué decís vosotros?