El Gobernador de Río dice que mantendrá la política policial cuestionada por la ONU

Río de Janeiro.-  El gobernador del estado brasileño de Río de Janeiro, Sergio Cabral, afirmó hoy que mantendrá su política de seguridad pública de confrontación directa con los criminales, duramente cuestionada en la víspera por el relator especial sobre Ejecuciones Arbitrarias, Sumarias, o Extrajudiciales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

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(EFE)

El gobernador del estado brasileño de Río de Janeiro, Sergio Cabral, afirmó hoy que mantendrá su política de seguridad pública de confrontación directa con los criminales.

Río de Janeiro carece de estrategia de seguridad y su policía es responsable por el 18 por ciento de las muertes ocurridas en todo el estado, según el informe divulgado el lunes por el relator especial de la ONU, Philip Alston.

Cabral lamentó esas críticas y dijo que la criminalidad, provocada en Río de Janeiro por bandas de narcotraficantes y de paramilitares, no pueden ser combatidas mediante el diálogo,según declaraciones suyas citadas hoy por la estatal Agencia Brasil, .

"Me gustaría mucho que los bandidos entregaran las armas sin que necesitáramos combatirlos, pero, infelizmente, cuando intervenimos, la reacción es siempre una granada en la mano, una P-40 o una P-50 (ametralladoras antiaéreas), unas armas sofisticadísimas, cada vez más poderosas", afirmó el gobernador.

"No sé lo que el relator de ese informe desea. Todo lo que yo quiero es rescatar la ciudadanía en esos locales", agregó.

"Él debería preocuparse más con la gran mayoría del pueblo del Alemán (Complejo del Alemán, un conjunto de favelas en la zona norte de Río de Janeiro con grandes índices de violencia) que quiere educación. Eso sí es falta de respeto a los derechos humanos: una persona que despierta con ratas en la puerta de la casa y no tiene escuela pública para sus hijos", agregó.

El gobernador dijo que los problemas de seguridad pública en Río de Janeiro no pueden ser resueltos a corto o mediano plazo, tras haber sido ignorados en los últimos veinte años.

De acuerdo con el relator de la ONU, las operaciones policiales a gran escala en las favelas de Río de Janeiro son ineficaces, colocan en peligro a los habitantes de las comunidades afectadas, fallan en desmantelar organizaciones criminales y sólo decomisan pequeñas cantidades de drogas y armas.

Según su informe en Brasil, en general y, en Río de Janeiro, en especial, los asesinatos extrajudiciales son una práctica "desenfrenada".

"Policías en servicio son responsables por una significativa parte de los asesinatos en Brasil. Los problemas incluyen las ejecuciones cometidas por policías en servicio, o fuera de servicio, por escuadrones de la muerte o milicias, asesinos de alquiler y las muertes de internos en las prisiones", agregó.

El relator advirtió que las ejecuciones extrajudiciales "son apoyadas por gran parte de la población", amedrentada por la criminalidad y convencida de que el sistema de justicia es muy lento para castigar a los criminales.

Desde que asumió su mandato, en enero de 2007, Cabral puso en marcha una política de combate directo a los grupos criminales que controlan el tráfico de drogas en la mayoría de las favelas de Río de Janeiro y que han convertido esas barriadas pobres en una especie de Estados independientes.

Esa política aumentó los enfrentamientos en las favelas entre bandas criminales y la policía, así como el número de muertos en los operativos.

En los últimos meses esa misma política fue dirigida a las "milicias", las bandas paramilitares integradas por policías y ex policías y que desplazaron a los narcotraficantes de algunas favelas.