"Qué mañana, madre... Está todo Dios histérico"

MADRID.-  "Qué mañana, madre... Está todo Dios histérico, es la primera vez en mi carrera que le veo las orejas al lobo...". Son las dos frases con las que un interventor resumía en un mensaje de móvil sus sensaciones de hoy. Es difícil resumirlo mejor: esta mañana nos hemos despertado con una nueva empresa en bancarrota, y el hecho de que fuera el cuarto banco más importante de Estados Unidos no contribuye a liberar tensiones.

Suzanne Plunkett (REUTERS)

Las crisis también dan dolor de cabeza a los analistas.

Roberto Pérez [nombre ficticio] es un interventor joven, con buena labia y que hace bien su trabajo. Tiene buen sueldo y se siente valorado en el banco que le ha contratado. Pero se ha asustado, hoy se ha asustado. Trabaja en el sector y lo estaba viendo venir, pero hoy le ha sacudido con toda su fuerza: el miedo ya está aquí. En una sola mañana le han tirado una operación de dos millones y medio de euros y le han reducido casi tres millones de otra. ¿Por qué? "Porque ha cundido el pánico".

La crisis es grave, y de una forma u otra nos afecta a todos. Es tan grave, que la caída de Lehman Brothers se veía venir: "Era un zombie, todo el mundo sabía que estaba liquidado", asegura José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. En ese sentido, la principal influencia de esta bancarrota sobre la crisis es que la hace más visible, lo cual, per se, la empeora, pues contribuye a difundir la sensación de crisis que retroalimenta la crisis en sí.

Díez lleva metido en el sector desde 1998 y es consciente de que está viviendo los momentos de crisis más gordos con los que ha topado como analista. "Desde el verano a aquí es increíble lo que he visto". Aun así, intenta sembrar algo de tranquilidad. Ve esperanza en la compra de Merrill Lynch por parte del Bank of America (BOA), "porque quiere decir que el BOA ha visto algo de valor en Merrill Lynch". Asegura también que el activo español está mayoritariamente en las hipotecas (mientras que Lehman tenía todo su capital en el mercado de capitales), "y los españoles seguimos pagando las hipotecas". "La crisis es de crédito, y ellos estaban totalmente en crédito".

Son varios los analistas que comparten esta cierta seguridad respecto al mercado bancario español. Tal y como recoge Invertia, Natalia Aguirre, de Renta 4, asegura que "la banca (española) está capeando bastante bien la situación actual, gracias en gran medida a los buenos ratios de capital y a las provisiones hechas en el pasado". Sin embargo, la evolución de la Bolsa indica sin margen de duda que nuestros bancos no son impermeables. El Ibex perdía a mediodía el 5,02% y la empresa con mayor descenso era, precisamente, el BBVA: un 6,88%.

Los bancos no saben bien a qué atenerse, pues si no hacen nada podrían llegar a verse afectados por una crisis que se contagia, pero sus reacciones levantan sospechas. Diez entidades bancarias han creado un fondo de 70.000 millones de dólares para mitigar los efectos que tendrá la caída de Lehman. Lo cual, de forma hasta cierto punto paradójica, ha generado algunas desconfianzas hacia ellos con el razonamiento de que si se protegen mucho de las pérdidas, será que tienen mucho que perder.

La Asociación Española de Banca (AEB) apuesta por algo de calma. Aseguran que si el Gobierno estadounidense ha dejado caer este banco de negocios será porque "confían en que pueden mantener la situación bajo control y que, por tanto, no representa un riesgo sistémico".Tienen la impresión de que el cierre de Lehman no afectará demasiado a los bancos españoles, pues no negociaban mucho con ellos. Pero lo cierto es que confiesan que "no tenemos más información que la que dan los periódicos" y "no conocemos el alcance de la situación". No, no lo conocen aún y eso genera más incertidumbre y, por ende, más crisis.