El presidente de VIgalicia participará en Madrid en una marcha por la visibilidad de los discapacitados

Santiago de Compostela.-  "La diversidad funcional condiciona, pero no puede ser toda referencia de una persona en la vida", aseguró a Efe el presidente de la asociación VIgalicia, José Antonio Novoa.

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(EFE)

El discapacitado gallego José Antonio Novoa se encerró en 2005 en una jaula en la calle Fuencarral, en Madrid, para representar la situación en la que según él, se encuentran las personas de este colectivo.

VIgalicia participará mañana en Madrid en la "II Marcha por la visibilidad de la diversidad funcional", en la que reclamarán el derecho de las personas con diversidad funcional a "poder determinar cómo vivir su vida".

La marcha, que se iniciará a las 18:00 horas, recorrerá las calles de la capital desde la Plaza de Jacinto Benavente hasta las proximidades de la glorieta de Atocha

El término diversidad funcional nació de una reflexión del Foro de Vida Independiente, una agrupación ciudadana que luchan contra la discriminación y la igualdad de oportunidades de estas personas, y que trata de "poner en positivo el fenómeno social de la discapacidad", explicó.

"Las personas pueden tener funcionamientos de sus cuerpos o de sus mentes diferentes", indicó, y con este término pretendemos referirnos a ese "funcionamiento diverso, huyendo del estigma y de las nomenclaturas negativas".

La diversidad funcional todavía se trata como "un problema médico que se puede rehabilitar" y pervive "el paternalismo de personas que nos dicen cómo hemos de vivir", señaló.

Respecto a los centros en los que se atienden las necesidades asistenciales de estas personas, Novoa denunció que "existe un régimen disciplinario y organizativo, en el que la vida está regulada".

El presidente de VIgalicia apostó por la creación de la figura del "asistente personal", pues consideró que mediante la atención en los domicilios de las personas con diversidad funcional se lograría que desarrollen "una vida normal".

"Si nos excluyen de la sociedad en centros especiales, creamos una forma de sociedad deshumanizada", y añadió que, para lograr esta inclusión es necesario que "la sociedad comprenda" estas personas "funcionan diferente y participan igual" que cualquier otro ciudadano.

Novoa explicó que esta inclusión debería iniciarse desde la educación, ya que existe una "diferenciación" entre los centros públicos del sistema educativo y aquellos en los que reciben formación las personas con diversidad funcional.

"Todos deberíamos tener derecho a estar presentes en los mismos centros educativos", tenemos una Constitución en la que se reconocen nuestros derechos y éstos "no están siendo respetados", afirmó.

El presidente de VIgalicia consideró que "la diversidad funcional aporta riqueza a la sociedad, lo que hace mejores a las personas y a las comunidades".

Así, con su participación en la marcha pretenden lograr el "empoderamiento" de estas personas, mediante el "respeto de sus derechos y de su dignidad", pues "cada individuo es único e irrepetible, y su vida también".

Por ello, debe reconocerse a las personas con diversidad funcional "el derecho a decidir sobre su vida" y a poder desarrollarla lejos de estos centros "que se parecen más a cárceles", concluyó Novoa.