El gasoducto en la Amazonía brasileña da un puntillazo al proyecto de Chávez

Manaos (Brasil).-  La petrolera brasileña Petrobras avanza en su proyecto para llevar gas natural desde el corazón de la selva amazónica hasta la ciudad de Manaos, una obra que deja en evidencia las dificultades del "Gasoducto del Sur" propuesto por el presidente venezolano, Hugo Chávez.

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(EFE)

La petrolera brasileña Petrobras avanza en su proyecto para llevar gas natural desde el corazón de la selva amazónica hasta la ciudad de Manaos.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, inspeccionó hoy la construcción del tendido que será completado en diciembre y que llevará el combustible de la selva a la ciudad industrial de Manaos a partir de septiembre 2009.

El gasoducto Urucú-Coarí-Manaos transportará 5,5 millones de metros cúbicos por día del combustible, para generar unos 760 megavatios (MW) de electricidad en las plantas de energía del este del estado de Amazonas, según los cálculos de Petrobras.

Lula visitó hoy las obras en un claro de la selva a unos 282 kilómetros de Manaos, la capital regional, acompañado por las autoridades de Petrobras y por sus principales ministros.

El gasoducto tiene una longitud de 661 kilómetros, de los cuales faltan 30, explicó a Efe la directora de gas y energía de Petrobras, María das Graças Foster, antes de la llegada de Lula.

La cuenca de Solimoes, en el interior de Amazonas, un estado más grande por ejemplo que Colombia o Bolivia, abriga reservas de 52.800 millones de metros cúbicos de gas natural, las segundas más grandes de Brasil, detrás de las del estado de Río Janeiro, que están en alta mar.

Iniciado en julio de 2006 con una inversión de 3.500 millones de reales (1.966 millones de dólares de hoy), el proyecto ha sido un reto tecnológico, solo justificable económicamente porque atenderá un mercado cautivo y sustituirá anualmente 1.300 millones de litros de combustibles líquidos que son hasta 40% más caros que el gas natural, explicó Foster.

Las centrales térmicas usan diesel y residual para abastecer de electricidad a Manaos, una ciudad en crecimiento cuyo Polo Industrial factura por año unos 30.000 millones de dólares en bienes de consumo masivo para el mercado brasileño.

Los ingenieros superaron variaciones del nivel de agua de los ríos amazónicos de hasta 14 metros a lo largo del año, lo que los llevó a emplear las mismas técnicas usadas para tender tuberías en campos marítimos a grandes profundidades.

Fueron construidos campamentos en el medio de la selva con técnicas militares, y se abrieron 29 claros a lo largo del trayecto, como el visitado por Lula, para distribuir los 58.000 tubos, según Petrobras.

El gasoducto empleó 6.820 trabajadores directamente y generó 19.600 empleos indirectos.

"Entendimos que la mejor solución energética sería transportarlo hasta el mercado de Amazonas", explicó Foster.

En todo Brasil, Petrobras invierte miles de millones de dólares para expandir su red de gasoductos desde los actuales 5.600 kilómetros hasta 11.000 kilómetros en el 2010 con el fin de suplir su mercado con su propio combustible o con Gas Natural Licuado (GNL) importado en barcos.

La obra en el Amazonas también ha dado nuevas luces sobre la idea del "Gasoducto del Sur", lanzada por Chávez hace unos tres años y que supondría inversiones por unos 25.000 millones de dólares para llevar el gas venezolano hasta Brasil y Argentina por una tubería de unos 8.500 kilómetros.

Esa propuesta, "desde el punto de vista económico, con el mercado que existe no es viable económicamente" afirmó hoy Foster.

"En cuanto a gasoductos que atraviesan países, necesitaríamos desarrollar mercados a lo largo del trazado. Esa es una de las dificultades del que un día podría ligar a Venezuela y Brasil", señaló.

Para Petrobras fue difícil atravesar la selva amazónica, "pero el gas es de aquí y el mercado está aquí", y sustituirá un combustible caro por uno más barato y que contamina mucho menos, explicó.