El Museo Naval conmemora los 20 años del ingreso de la mujer en el Ejército

Madrid.-  Hace veinte años 25 mujeres ingresaron en las Fuerzas Armadas y se convirtieron en las primeras soldados españolas, pero hoy son ya 15.400. A ellas le dedica el Museo Naval una exposición que conmemora las dos décadas de presencia femenina en los cuarteles y academias militares.

Dentro de la campaña conmemorativa que el Ministerio de Defensa ha diseñado por este aniversario, la exposición multimedia del Museo Naval, inaugurada hoy por la titular del departamento, Carme Chacón, recoge las fotografías y testimonios de algunas de las mujeres militares.

La incorporación femenina a las Fuerzas Armadas no se produjo hasta 1988, regulada por el Real Decreto-Ley 1/1988, de 22 de febrero, que establecía, no obstante, limitaciones de acceso a determinados cuerpos y destinos.

Actualmente, uno de cada ocho miembros del Ejército es mujer -un 12,3 por ciento del total- y, como los hombres, pueden acceder a cualquier destino y cuentan con las mismas tareas, formación, responsabilidades, salario y régimen disciplinario.

Yolanda Lara Villanueva entró hace ocho años y reconoce, en declaraciones a Efe, que su ingreso fue "difícil" porque fue una de las primeras en incorporarse al regimiento de Infantería Mecanizada "Asturias" de la base El Goloso, de Madrid.

Conductora de un carro de combate, asegura que ha pasado por experiencias "muy bonitas", pero también "malas", ya que las Fuerzas Armadas "siguen siendo un mundo de hombres" y aún "quedan cosas por pulir".

Rocío González, la número uno de la promoción de pilotos de caza, espera el día "en que todo esto no sea noticia", aunque afirma que desde que ingresó se ha sentido "igual que sus compañeros" y que sus oportunidades son "exactamente las mismas" que las de los hombres.

Decidió formar parte del Ejército porque "tenía todas las aficiones" necesarias, de forma que se define como aventurera y deportista, a la que le gusta su país y ayudar a la gente.

A Rocío Díez, capitán de Intendencia del Ejército del Aire, "siempre" le llamó la atención el mundo militar porque tiene familia cercana y, aunque se licenció en Administración y Dirección de Empresas, las Fuerzas Armadas le parecieron "lo más aventurero" que podía hacer dentro de sus estudios.

También se ha sentido siempre "arropada" por sus compañeros, aunque reconoce que es necesario luchar "para hacerse respetar".

Jennifer Hernández, cabo del Ejército de Tierra, precisa, no obstante, que a las mujeres se lo "han puesto más accesible que antes".

Se incorporó en 2002 y, cuatro años después, ingresó en la Unidad Militar de Emergencias (UME), desde la que asegura que no existen "problemas" para conciliar la vida laboral con la personal.

Ellas son las antecesoras de aquellas primeras veinticinco mujeres que se incorporaron a las Fuerzas Armadas hace veinte años, destinatarias del I Premio "Soldado Idoia Rodríguez", que llevan el nombre de la primera soldado fallecida en una misión internacional.

De estas mujeres que se atrevieron a dar el "primer paso", Chacón ha destacado su "valentía" y "coraje", y se ha mostrado orgullosa porque las Fuerzas Armadas "han cambiado mucho".