"Es más rentable reforestar con plantas aromáticas que cultivar cereal"

Eladio Arniorte, Manuel Marrero y Jorge Navarro son tres agricultores de diferentes provincias españolas que sufren el problema de la desertificación en su propia piel, una situación que pretende solventar el nuevo Programa de Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación (PAND) recién aprobado por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. Este problema amenaza al 37 por ciento del territorio nacional, siendo las Islas Canarias orientales, Murcia, Alicante, Almería, Albacete y Ciudad Real las zonas más afectadas de nuestro país.

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MMA

Mapa de Riesgo de Desertificación

Mientras el tinerfeño Manuel Marrero combate la escasez de agua de sus tierras de la mejor manera, Jorge Navarro, agricultor de Albacete, se enfrenta a los cambios bruscos de temperatura y a las fuertes lluvias que dejan desnudos los campos. En Alicante, muchos de los que viven de la tierra, como Eladio Arniorte, se ven obligados a abandonar su sustento por la alta salinización del agua. Pero estas no son las únicas causas de la desertificación: la sobreexplotación del campo, el sobrepastoreo y el uso insostenible de los recursos hídricos son otros factores que agravan el problema. Por ello, algunas de la medidas incluidas en el nuevo plan del Gobierno para paliar esta problemática se basan en el fomento de una agricultura sostenible, la lucha contra la escasez de agua, el control de los incendios y la conservación de la masa forestal. Otra de las novedades a destacar es la creación del Observatorio de la Desertificación en España.

Cítricos en la Vega Baja del Segura, Alicante

"Más de 40.000 hectáreas se han abandonado en la Vega Baja del Segura", explica Eladio Arniorte, un agricultor alicantino que se ha visto obligado a abandonar sus propias tierras por la escasez de agua. Arniorte se dedica a cultivar cítricos y el agua de la que dispone tiene más de 6 y 8 grados de sal. Este agricultor se enfrenta a dos problemas: la sequía y la salinización del agua, causas que aceleran la desertificación de las tierras.

Este alicantino lleva toda su vida trabajando el campo: "Algunas tierras las heredé de mis abuelos, otras de mis padres y otras las compré yo", explica Arniorte, que lamenta que ninguno de sus hijos quiera ser agricultor: "dicen que soy 'tonto' y que mientras viva, las tierras aguantarán, pero que ellos no continuarán con ellas". Este agricultor reconoce que está enamorado de su profesión y asegura que se ha perdido el estímulo y la fe en la agricultura: "no tenemos continuidad generacional por el problema que tenemos con el agua". Para él, las plantas desalinizadoras no son una solución al problema cuando el déficit hídrico que sufren en la zona es de "más de 400 hectómetros cúbicos".

ASAJA-Alicante

Cultivos de granado, Alicante

Cereales y leguminosas en Albacete

En esta provincia la situación no parece ser mejor que en Alicante. En este caso, la desertificación viene causada por los cambios bruscos de temperatura: "Pasamos de tener mucha sequía a lluvias torrenciales, el arrastre de piedras y vegetación está dejando muchas tierras desnudas", explica Jorge Navarro, un agricultor de la zona centro de Albacete que ha dedicado toda su vida al cultivo de cereales y leguminosas. Este albaceteño asegura que la desertificación afecta sobre todo a la agricultura de la zona sur de la provincia y a los montes. "Ahora sale más rentable reforestar las tierras con especies autóctonas (olivos, encinas, nogales) y plantas aromáticas (tomillo, lavanda), ya no se dejan para el cultivo de leguminosas o cereales como se hacía antes; la tendencia es cambiar a cultivos que sean más rentables o que al menos no nos cuesten dinero", explica Navarro.

Este agricultor tiene un hijo de 20 años que estudia ingeniería industrial y Navarro teme que cuando se jubile, no haya ninguna generación que tome el relevo. "De cada 10 que se jubilan, aparece un solo agricultor". Con las lluvias torrenciales, la sequía y el frío extremo, las plagas y los altos costes de producción "cada vez es más caro sacar adelante una explotación", lamenta este albaceteño.

ASAGA-Tenerife

Platanera en el sur de Tenerife

Tomates, hortalizas y plátanos en la Región de Arico, Tenerife

Más allá de la península, las Islas Canarias también se ven afectadas por el problema de la desertificación, sobre todo las más orientales. Manuel Marrero es agricultor de la región de Arico, en Tenerife y para él "el agua es la sangre de las islas". Según este canario, el problema de la desertificación llega en los años 60, cuando crece la población y con ello la demanda y la necesidad agua. Este canario que comenzó a trabajar las tierras junto a su abuelo, lamenta que "el 90% de los productos que se consumen en Canarias venga de fuera". Sin duda para él, el tomate, las hortalizas y los famosos plátanos de la isla son los cultivos más perjudicados por la falta de agua. "Antes los cereales también se cultivaban en las islas, pero con el problema de la sequía, hoy este cultivo apenas es representativo", afirma Marrero, quien añade que "en los años 40 y 50, toda la ganadería se mantenía con forraje producido en las islas. Hoy, todos los piensos se importan".

El alto coste del agua en las islas está perjudicando a los agricultores: "las lluvias son escasas y los pozos y galerías de las que extraemos el agua se secan; no podemos producir porque el agua es muy cara: el metro cúbico se paga alrededor de 70 céntimos", explica Marrero. Con todo, este canario se siente muy optimista y nunca se ha planteado abandonar sus tierras. "He visto épocas aún peores, para mejorar estamos innovando, mecanizando e intentando instalar redes de agua", afirma. Para él la desalanización es la solución.