Procesan a cinco oficiales chilenos por asesinato ligado a tráfico de armas

Santiago de Chile.-  La justicia chilena procesó a cinco oficiales del Ejército, entre ellos tres generales, por el presunto homicidio del coronel Gerardo Huber ligado al tráfico de armas a Croacia a comienzos de los noventa, confirmaron hoy fuentes judiciales.

ampliar foto

(EFE)

Los hechos vinculados a la muerte se remontan al 1 de diciembre de 1991, cuando se descubrió en Budapest (Hungría) un cargamento de 11,5 toneladas de material bélico chileno.

Los cinco militares deberán comparecer el próximo jueves ante el Comando de Apoyo Administrativo del Ejército, donde serán notificados por el juez Claudio Pavez, a cargo del caso, quien los procesó el pasado 8 de agosto, informaron a Efe fuentes castrenses.

Huber, que era jefe de adquisiciones de Logística del Ejército, fue encontrado muerto en un río con el cráneo destrozado el 20 de febrero de 1992, tras permanecer desaparecido durante un mes y después de haber declarado ante la justicia por el tráfico de armas a Croacia, prohibido por Naciones Unidas.

El magistrado Pavez, en su dictamen que basó en más de 60 presunciones fundadas, procesó como supuestos autores del homicidio calificado de Huber a los ex jefes de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), los jubilados generales Víctor Lizárraga y Eugenio Covarrubias.

También al ex director de Logística del Ejército general Carlos Krumm y al ex jefe del Batallón de Inteligencia (BIE) Manuel Provis y, como encubridor de los hechos, al coronel retirado Julio Muñoz.

Huber, que por su cargo conoció datos y situaciones que comprometían a generales de su institución, se sintió acosado y se refugió en la casa de un amigo en la localidad de San Alfonso, en el cajón del Maipo, al sureste de Santiago, estableció el juez en el texto del auto de procesamiento al que tuvo acceso Efe.

Según los antecedentes, Huber salió de la casa donde se había refugiado mediante engaños y llegó hasta el Puente el Tollo sobre el río Maipo, lugar donde fue asesinado.

La investigación logró establecer que el coronel falleció a consecuencia de heridas en su cráneo producidas por un proyectil de alta velocidad disparado a distancia por un francotirador escogido, que son conocidos como "sniper".

El texto del procesamiento señala que Huber fue ejecutado por personas debidamente organizadas e instruidas, y que obedecían órdenes secretas originadas en un grupo de conspiradores que tenía como objetivo neutralizar al fallecido coronel, cuya muerte en principio fue atribuida a un suicidio.

Durante 13 años el proceso fue titulado como suicidio, hasta que el juez Pavez lo cambió a homicidio calificado, a pocas semanas de asumir la causa, en diciembre de 2005.

Los hechos vinculados a la muerte de Huber se remontan al 1 de diciembre de 1991, cuando se descubrió en Budapest (Hungría) un cargamento de 11,5 toneladas de material bélico chileno, valorado en más de 200.000 dólares.

El cargamento, con el rótulo de "ayuda humanitaria", fue interceptado al salir de Hungría con destino a Yugoslavia, concretamente a Croacia, afectada entonces por el embargo de la ONU a la venta de armas debido a la guerra en los Balcanes.

El descubrimiento del contrabando de armas generó investigaciones internas en el Ejército y en el ministerio de Defensa de Chile, que aclararon sólo la participación de oficiales de la Fábrica y Maestranzas del Ejército chileno (FAMAE).