Cinco días de reuniones en las que participarán 23.000 expertos, funcionarios y representantes de colectivos afectados, marcarán la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida (AIDS 2008) que se realiza en Ciudad de México.Inaugurada por el presidente azteca, Felipe Calderón, en el Auditorio Nacional de la capital mexicana, el acto se centró en la reivindicación del acceso universal a la prevención y al tratamiento de la enfermedad y que contó con la participación del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.En su discurso, Ban exhortó a los países más desarrollados a aportar "fondos de largo plazo y sostenidos" para vencer a la epidemia del sida que afecta a 33 millones de personas en el mundo.Pese a los reclamos, elogió a las autoridades de Estados Unidos por una reciente ley que permitirá destinar 48.000 millones de dólares a la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria en los próximos cinco años.En ese contexto, la vicepresidenta del Gobierno español María Teresa Fernández de la Vega anunció la aportación de su Ejecutivo de 10,2 millones de euros a ONUSIDA, tres de ellos destinados a las actividades de la iniciativa internacional para la vacuna contra esta enfermedad.Calderón se sumó a las buenas nuevas al informar de que todos los medicamentos antirretrovirales para los enfermos de sida mexicanos serán proporcionados de manera gratuita a partir de la fecha.Sin embargo, antes de esos anuncios esperanzadores, la decena de interlocutores que tomaron la palabra en el acto dejaron patente la necesidad de continuar la lucha contra la epidemia, "que está lejos de llegar a su fin", alertó la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan."El sida es la más compleja, retadora y probablemente devastadora enfermedad que la humanidad ha tenido que enfrentar jamás", recordó Chan.La enfermedad, apuntó por su parte Fernández de la Vega, "no es solo un problema de salud, sino también de desarrollo, justicia social y equidad".África y Asia tuvieron un papel destacado en el evento, por ser las zonas más afectadas por el mal, pero Latinoamérica, que por primera vez acoge una reunión mundial sobre el sida, también se convirtió en un foco de atención.