Indígenas aimaras se oponen a proyecto de geotermia en el norte chileno

Santiago de Chile.-  Comunidades indígenas chilenas de las etnias aimara y atacameña se oponen a la exploración geotérmica en la norteña localidad del Tatio, a cargo de dos empresas chilenas y una italiana, proyecto que consideran una "violación de terrenos sagrados".

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(EFE)

Los géiseres, situados a más de 4.000 metros de altura en plena Cordillera de Los Andes, donde el agua y el vapor brotan violentamente desde las profundidades de la tierra, se han convertido en uno de los principales destinos turísticos de Chile y conforman el campo geotérmico más alto del mundo.

La iniciativa industrial, a cargo de la Empresa Geotérmica del Norte, constituida por la estatal Corporación del Cobre (Codelco), la Empresa Nacional de Petróleo (Enap) y la italiana Enel, se instalará en los géiseres del Tatio, situados a 120 kilómetros al este de Calama y a 1.564 kilómetros al norte de Santiago.

En la zona, han anticipado los responsables del proyecto, se realizarán sondeos que darían paso a la perforación de cuatro pozos a una profundidad de hasta 2.500 metros, para determinar su potencial geotérmico, con una inversión de 20 millones de dólares.

La Comisión Regional de Medio Ambiente de Antofagasta (Corema) aprobó el 3 de julio pasado el Estudio de Impacto Ambiental de la iniciativa, lo que desencadenó las protestas de los indígenas.

Según informó hace unos días la gobernación de Loa, también se han confirmado sondeos geotérmicos en la localidad de Apacheta, cerca del poblado de Ollagüe, a pocos metros de la frontera con Bolivia.

Ello motivó que agrupaciones indígenas presentaran recursos de protección en los últimos días para impedir las exploraciones, informó hoy la alcaldesa de la localidad de San Pedro de Atacama, Sandra Berna, de la etnia atacameña.

"Hemos aludido al impacto ambiental con acento en la defensa de siglos de cultura y tradición", dijo Berna, que recalcó que el Tatio, que se ha convertido en un centro turístico por sus famosos géiseres, está bajo la jurisdicción de la comuna de Calama y a cargo de las comunidades indígenas de Toconce y Caspana.

"Ellas (las comunidades) tienen la última palabra", subrayó la alcaldesa, de militancia democristiana.

Los géiseres, situados a más de 4.000 metros de altura en plena Cordillera de Los Andes, donde el agua y el vapor brotan violentamente desde las profundidades de la tierra, se han convertido en uno de los principales destinos turísticos de Chile y conforman el campo geotérmico más alto del mundo.

Según datos del ministerio de Energía, el aporte de un proyecto geotérmico al Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) -que abastece a las regiones de Arica, Parinacota, Tarapacá y Antofagasta- es menor, con sólo 40 ó 50 megavatios, lo que equivale a un 1,3 por ciento del total del SING.

En tanto, los bajos envíos de gas natural desde Argentina apenas cubren la demanda de mineras y ciudades en esas regiones.

Según las autoridades energéticas, el potencial geotérmico del país alcanza a unos 3.350 megavatios.

Chile es altamente dependiente del exterior en cuanto a energía, importa el cien por ciento del petróleo que consume y afronta, además, una fuerte disminución del gas natural que importa desde Argentina.