¡Gehry para todos!

Si 'Dios está en los detalles', como decía Voltaire... o Flaubert... o Warburg... o Mies van der Rohe, o todos ellos y alguno más que, seguro que se me olvida, el Dios de la arquitectura mundial, Frank Gehry, se ha puesto a ello, a trabajar en los detalles.

¿Este diseño le gusta para tu casa? Pues puede ser suyo...

Aunque no todos podemos tener el Guggenheim de Bilbao, las bodegas Marqués de Riscal, el auditorio Walt Disney Concert Hall de Los Ángeles, ni siquiera las joyas que ha diseñado para Tiffany —sí, el Tiffany de Audrey Hepburn, que el maestro, perdón, Dios, también está en la joyería— . Ahora, en la ferretería de la esquina, puedes tener un Gehry auténtico y, además, viene con premio, el que ganó al mejor diseño del año 2007 en la categoría de ferretería (has leído bien, ferretería), concedido por la revista 'Interior Design'. Nuestro Gehry de la esquina son pomos de puerta y pertenecen a la colección "Fusital" de la firma italiana de diseño Valli &Valli. Esta colección está compuesta por series creadas por genios del diseño (Andrée Putman, Antonia Citterior, Cini Boeri, Leon Krier, Richard Meier... entre otros).

Gehry en su puerta...

Gehry se estrenó en esta colección con la serie 'Arrowhead' en el año 2007, el mismo año en que le concedieron el premio. Visto el éxito, este año amplía la serie y se lanza con una nueva, 'FOG'.

"En este caso trabajé de la misma manera en que siempre lo hago. Pensé en el problema y empecé a hacer esbozos. Basándonos en los esbozos, hicimos una serie de modelos en madera de manera que podríamos probar nuestras ideas. Los modelos eran realmente importantes, éramos capaces de tocar y sentir los picaportes, éramos capaces de refinar nuestras ideas iniciales. Usando los modelos nos asegurábamos de que los picaportes funcionaban apropiadamente, nos asegurábamos de que tenían un buen aspecto y de que eran cómodos cuando se utilizaban", comenta Gehry.

Lo que está claro es que ni es el primer arquitecto que se dedica a los pequeños detalles, ni tampoco será el último. Para ellos supone una oportunidad de diversificar su creatividad. Para nosotros (los mortales incapaces de pagar ni un solo plazo de lo que vale una de sus obras), nos da la posibilidad de tener trabajos de nuestros creadores favoritos sin necesidad de pedir una segunda hipoteca para traérnoslos a casa.

Dicen que sobre gustos no hay nada escrito. Me gustan los picaportes de Gehry y, aunque este post va dedicado a ellos, debo hacer una confesión. Soy y seré fiel a Jasper Morrison. Su serie 1144 de 1990 ha calado muy hondo en el fondo de mi corazón (bueno, más bien en mis puertas). Esa mezcla de líneas rectas con líneas curvas... me sumerge en el delirio. Como si un picaporte de los de toda la vida estuviera evolucionando para transformarse en otra cosa. Me encanta.