Recurrir a los bancos de imágenes tiene sus problemas. El publicitario poco diligente puede encontrarse con la sorpresa de haber elegido una foto que ya ha sido utilizada por otra marca o agencia de la competencia.
"Hola, soy la chica de Photodisc. Seguro que me recuerdan de múltiples anuncios. De un banco, de una agencia de viajes, de un salón de belleza de ambiente juvenil, de un banco, de un vídeo club, de un supermercado, de un restaurante, de un banco...".
Con un testimonio como éste podría comenzar este post sobre los peligros del uso del banco de imágenes. Una útil herramienta que, cuando no se emplea con cautela, puede hacer que la chica que aparece a la izquierda de estas líneas se convierta en imagen de mil productos y marcas diferentes, como si no hubiera más mujeres en el mundo y, lo más triste, como si un holocausto nuclear hubiera hecho desaparecer de la faz de la Tierra todos los CDs de imágenes Royalty free. Veamos un ejemplo.
La Agencia de Publicidad que Tiene por Nombre Kitchen (en adelante Kitchen) es, junto con la fantástica Shackleton, una de las empresas creativas más interesantes de las surgidas en los últimos años.
Una de sus virtudes es la de sacar oro y hacer maravillas con presupuestos exiguos. Un hecho que, para poder hacerse realidad, requiere, necesariamente, de los bancos de imágenes. Esos almacenes similares a la Biblioteca de Babel nacida de la mente de Borges pero, en lugar de con libros, con fotografías.
A diferencia de lo que sucede con otras empresas de publicidad, Kitchen se caracteriza por modificar las imágenes originales para conseguir unos acabados lo más similar posible al que pudiera dar un fotógrafo contratado para hacer esa misma imagen por encargo. Para ello no dudan en cortar, retocar, pegar y modificar lo que sea menester y echarles todas las horas que sean necesarias.
Un buen ejemplo de ello es una gráfica de hace unos años en la que, para promocionar la venta de series de televisión en la cadena de supermercados de ocio FNAC, los muchachos de Kitchen convirtieron a un peculiar personaje almacenado un banco de imágenes en un Hommer Simpson-Trekkie.
Lo curioso del caso es que, en el aún reciente festival iberoamericano de publicidad El Sol, hemos podido ver una gráfica que emplea esa misma fotografía. Un trabajo correcto, resultón, que no está mal pero que, teniendo en cuenta el mensaje que transmite, podía haber sido realizada con cualquier otra imagen menos reconocible y que no remitiera a esa otra gran gráfica de Kitchen.
Llegados a este punto, ¿cómo podríamos calificar este hecho? ¿Es un falta de diligencia por parte del segundo publicitario? ¿Se merece Kitchen parte o la totalidad un posible premio que pudiera obtener esta gráfica? ¿Merece la publicidad que le dediquemos tanta atención?
Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.
Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...
Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.
A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.
Los vídeos del beso de Iker Casillas a Sara Carbonero han sido lo más visto en YouTube en España en las últimas horas. Las visualizaciones no hacen más que aumentar -aunque Telecinco ya ha empezado a reclamar los derechos- y, aunque parezca mentira, no había pasado ni una hora desde ese momento que en la Red ya se encontraban varias versiones de esa secuencia. Internet mueve a masas y un contenido ya no se pierde en el directo: permanece. ¿Cómo puede un partido político o un candidato aspirar a tener un éxito similar?
En: E-Campanya
Recomendación: Albert Medrán
La copia de spots electorales, a veces porque están hechos por el mismo asesor en varios países o simplemente porque se cree que un buen anuncio en Reino Unido puede adaptarse a Grecia, es bastante común en marketing político. De hecho, en la exposición de spots electorales celebrada en Barcelona hace un par de años incluso se dedicó una sección a este tipo de casos.
En: E-Campanya
Recomendación: Albert Medrán
Así, ni cortos ni perezosos, en la Comunidad de Madrid han apostado por buscar, comparar y comprar aquellos buenos ejemplos de marketing en el sector público. Y en ello, el referente es Obama. El presidente norteamericano hizo de su “Yes we can” su grito de guerra. Su eslogan memorable. Resumió en tres palabras el espíritu de su campaña y consiguió con él movilizar a su electorado.
En: E-Campanya
Recomendación: Albert Medrán
Un divertido spot que han creado para promocionar el servicio de compras online en EROSKI
En: youtube.com
Recomendación: mami
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si quieres, puedes registrarte o, si ya lo estás, iniciar sesión ahora.