¿Qué es esto, un estúpido videojuego?*

Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots (Playstation 3) es no sólo el mejor juego de la consola de Sony, sino el mejor aparecido hasta el momento en la actual generación de consolas.

Hideo Kojima cargaba con la responsabilidad de crear el título definitivo para Playstation 3 y no ha decepcionado. Snake es un héroe de otro tiempo, un anacronismo, y supone para el mundo de Meteal Gear Solid (MGS) lo mismo que para Sony y su PS3: la última esperanza. Ahora que casi todos los títulos importantes aparecen para las dos consolas e incluso para PC, MGS4 es el único arma con que cuenta Sony. Y está muy bien afilada.

Snake. Un viejo soldado engañado y utilizado, pero con honor.

‘Guns of the Patriots’ es el mejor juego de la saga, y eso es decir mucho. Es el más fluido, el más largo, el más emocionante y por supuesto el más bonito. No hay nada comparable en la actual generación de consolas. Kojima se burla de los ‘Halo 3’ o ‘Call of Duty’, que aunque ofrecen diversión mucho más rápida son infinitamente más superficiales.

La guerra ha cambiado

No hablo del aspecto técnico, sino de fondo. ¿Qué hacemos en la mayoría de los juegos? Pegar tiros a diestro y siniestro. Esto es otra cosa. Puedes jugar a MGS4 disparando como loco, pero es todo mucho más difícil y seguramente menos emocionante.

Snake tiene que atravesar zonas en guerra, pero no tiene por qué tomar partido. O sí. Puedes pasar escondiéndote, o disparando a todo el mundo o incluso puedes tomar partido por los rebeldes y te apoyarán. Si disparas a los rebeldes, nuevos soldados los substituirán, por lo que habrá sido inútil y además habrás perdido munición. La mejor opción siempre es avanzar sigilosamente.

El grupo de villanos: ‘Beauty and The Beast.’

Y si el mundo que retrata Konami vive en una guerra infinita, el protagonista –Snake– es un monstruo, un clon creado a partir de un soldado legendario para proteger a una organización que gobierna el mundo en la sombra. Pero a la vez es un soldado con honor. Engañado y utilizado, pero con honor.

Me parece terrible imaginarme a miles de jugadores consultando guías para pasárselo. No tengo nada contra los que las hacen, es un trabajo muy duro y todo eso, pero espero que con el tiempo madure esta industria. O al menos que se utilicen para pasarse el juego por segunda vez. Las ganas por saber más de este juego antes de probarlo han privado a muchos de disfrutar de sus sorpresas. ¿Alguien ve una temporada de ‘24’ con una guía? Pues eso.

Kojima y su equipo han logrado una obra de impresionante calidad y tamaño, y solo me queda la duda de qué sentirá alguien que lo juegue sin haber pasado por los anteriores, porque por encima de todo MGS4 es un homenaje a la saga y a sus seguidores. Hay continuas referencias a los capítulos anteriores, y a medida que se acerca el final el no conocer los precedentes puede restar interés.

La obsesión tecnológica de Kojima se ve por todas partes: desde el PowerBook de Otacon al iPod de Snake; con el Mark II, el robot que nos acompaña y al que podemos manejar; y en el apabullante arsenal de armas.

Una experiencia casi cinematográfica

La mitad del juego el mando lo podemos dejar en el sofá, porque hay mucho vídeo. Pero en esta ocasión son tan buenos que no molestan. Están hechos con el motor del juego, y tanto la realización como el guión están a la altura. Es el Metal Gear más comprensible, y el más espectacular. El paso sin cortes de los vídeos a manejar a Snake, pone los pelos de punta.

La cámara la manejamos con el stick derecho, pero en determinados momentos cambia para ofrecer una visión distinta. Es increíble lo fluidos que son estos cambios de perspectiva y cómo siempre son oportunos y ayudan a jugar mejor.

Es un juego enorme y que además cuida cada detalle. Los escenarios se rompen, y los enemigos cambian en cada acto, con lo que se evita rutina porque no nos vale lo aprendido antes.

Lo malo

• Las cargas. En un juego que quiere ser cinematográfico me parece un lastre tener que interrumpir continuamente. Y no hablo de la instalación en el disco duro, sino de pequeñas cargas entre pantallas. Hay momentos en que resultan muy molestas, como en una persecución que se interrumpe tres veces.
• Los enemigos finales. El grupo ‘Beauty and The Beast’ no llega a la altura de la ‘Unidad Cobra’ de ‘MGS3: Snake Eater’, y la repetición e insistencia en el mensaje al acabar con ellas es uno de la detalles peor acabados del juego.

Lo bueno

• Cada acto supone un gran cambio en todos los sentidos. No hay rutinas, no hay dos momentos iguales. Nunca sabes lo que va a venir a continuación (a nos ser que sigas la guía, claro).
• La banda sonora, que además podemos personalizar con el iPod y los fragmentos que encontramos y que corresponden a los capítulos anteriores.
• El cuarto acto es uno de los momentos más emocionantes de los videojuegos.
• El sentido del humor y el carisma de Snake, siempre dispuesto a fumarse un pitillo en cualquier situación.

Veredicto

• Es tan grande que permite a cada jugador hacer su propio ‘Guns of the Patriots’. Si eres un jugador perezoso, no quieres vídeos de hora y media y prefieres acción rápida este no es tu juego, mejor sigue con ‘Halo 3’. A mí me va a costar jugar ahora a otra cosa. Una obra maestra.

Ficha

Título: Metal gear Solid 4: Guns of the Patriots
Plataforma: Playstation 3
Precio: 69,95 euros
Sitio oficial
Comunidad

(* Snake)