Los coleccionistas de discos, al leer prensa musical extranjera, nos morimos de envidia. Vemos decenas de anuncios y artículos sobre espectaculares reediciones que las discográficas hacen de su material antiguo. Cuidados envoltorios, notas biográficas, limpieza de sonido... Nos encantaría que con la música española las compañías de aquí hicieran lo mismo, pero ya es algo que empiezo a dar por perdido. Pérdidas, robos y borrados de masters, desaparición de fotolitos y artwork de las portadas y sesiones de fotos... lo típico de la desidia, dejadez y falta de profesionalidad habitual.
Es curioso que las pocas ediciones de material antiguo que hay (y no me refiero a reediciones cutres con portadas mal impresas en serie barata de cds ya editados anteriormente, sino a recopilaciones de material con fundamento y base de coleccionista) pertenezcan muchas de ellas a sellos pequeños que tienen que negociar con las multinacionales las ediciones de un material que, por obligacion moral con la cultura, les correspondería a ellos. Quizá por eso, estas ediciones suelen estar más cuidadas y tratadas con mimo e ingenio, porque están hechas por gente que de verdad ama la música.
Roberto Valcárcel conoce los dos lados del negocio. Es músico, estuvo en varias discográficas trabajando y creó otras. Hoy, con su hermano Fernando llevan Music Ages, una coqueta colección de cds que harán las delicias de cualquier melómano interesado en excavar en la historia de la música moderna. Fernando nos cuenta como empezó todo.
"La idea surgió a través de la colección privada de vinilos de mi hermano Roberto, que actualmente llegará a 8.000 Ep's. Después de mucho pensar surgió la idea de recuperar estas viejas grabaciones pero sin alterar el sonido del vinilo, algo que no se había hecho hasta el momento. Queríamos escuchar estas grabaciones tal y como lo hacía nuestro abuelo cuando el disco y la aguja eran totalmente nuevos y no había pasado el tiempo".
Todo en los discos de Music Ages lleva implícito el verdadero motivo de la colección: la recuperación de material. Las portadas de los cds son de cartón imitando el aspecto de carpetas de archivo, con sus bordes raspados, manchas del paso del tiempo en el papel, el cd está seriegrafiado como si fuera un disco de vinilo... Es como si hubiéramos aterrizado en una especie de Gran Biblioteca de Alejandría del mundo de la música. Todo tiene aspecto de antiguo sí, todo menos el sonido de los discos. Para ello han creado un sistema de restauración de vinilos muy complejo. "El tiempo medio de trabajo de limpieza es de 10 horas por canción. Es un trabajo minucioso de restauración del propio vinilo que, una vez arreglado, se pasa al ordenador donde a través de programas propios recuperamos su sonido original".
Y es increíble. Todos hemos comprado discos usados en mercadillos o ferias, hemos recuperado material viejo de desvanes y trasteros o escuchado algún viejo single de nuestros padres y, quieras o no, por muy bien cuidado que estuviera, los discos siempre crujen un poco. En cambio oír los cds de Music Ages es una auténtica gozada, como si las canciones se hubieran grabado antes de ayer.
Marlene Dietrich cantando 'El tamborilero' o un jovencísimo Johnny Cash... la colección de Music Ages es un continuo baúl de sorpresas.
Los primeros singles de Raphael cuando aparte de la "ph" llevaba diéresis en la "e" para complicar más el asunto, Marlene Dietrich cantando 'El tamborilero' o una peculiar versión del 'Blowing in the wind' de Bob Dylan, un jovencísimo Johnny Cash... la colección de Music Ages es un continuo baúl de sorpresas. "La selección del material se hace a través de nuestra discoteca particular", nos cuenta Fernando. "Intentamos que sean las primeras grabaciones de sus mayores éxitos a la vez que incluimos algunas rarezas que puedan sorprender como una jota cantada por Carlos Gárdel, 'La bamba' por Imperio Argentina o 'Il Trovattore de Verdi' por Glenn Miller. Los artistas de la colección son de los años 40, 50 y primeros 60. Nuestro objetivo es la recuperación de las grabaciones de la época dorada del vinilo".
Curiosamente y contra lo que muchos pudiéramos pensar al descubrir algunas rarezas de artistas de los que creíamos conocer toda su obra, el principal problema para Music Ages no ha sido conseguir discos de vinilo en estado aceptable o encontrar discos que se creían perdidos, sino conseguir los permisos de edición con las discográficas. "Conseguir los permisos es muy difícil, no lo sabes bien, pero vamos llegando a acuerdos. Todavía no hay un artista que se nos haya resistido o que queramos editar y no lo hayamos conseguido porque gran parte de ellos no los hemos buscado expresamente, sino que hemos ido encontrando los discos y sorprendiéndonos. Muchas veces desconocíamos la existencia de esas grabaciones. De momento, eso sí, hemos podido restaurar todos los que hemos reunido. Estamos teniendo suerte".
Fernando y Roberto, que más que labores de editores de discos casi parecen arqueólogos musicales, van más allá de la simple edición de la colección de cds para compartir su pasión por la música con el gran público. Han abierto las oficinas del sello para que se puedan visitar y las han convertido en un pequeño museo de la música que Fernando Valcárcel nos anima a visitar. "Estamos en Barcelona en pleno barrio de Gracia, en la calle Torrent de L´olla 31. Aparte de nuestra colección, hay radios, discos, tocadiscos, y complementos de la época como paraguas, bolsos, joyería... Lo que nos permite conocer de algún modo la moda de aquellos años a través de sus artistas. También hay publicaciones y publicidad de la época. Todo está siempre relacionado con la música y el local es de visita libre".
La colección Music Ages se sigue ampliando y sus responsables siguen trabajando en ella de manera incansable para difundir una parte desconocida u olvidada de la música moderna al gran público. Para ello han firmado un acuerdo de distribución con el Instituto Cervantes que permitirá que en sus sedes estén presentes los discos. "Nos pusimos en contacto con el Cervantes y se mostraron muy interesados por el trabajo que realizamos. Hace poco hemos presentado la colección de forma oficial en su sede de Madrid y desde la propia institución reconocieron que era una gran oportunidad para fomentar y divulgar el patrimonio musical español de aquellos años que ahora se encuentra, en muchos casos, perdido o descatalogado. Lógicamente, el Cervantes se centra en los discos españoles de la colección para que estén presentes en sus Institutos de todo el mundo".
Y por último, a todos los que amamos mancharnos las manos de polvo y suciedad rebuscando discos viejos en cajones de mercadillos y ferias, nos gustaría saber el secreto de los hermanos Valcárcel para conseguir las joyas de vinilo que editan, de donde sale tanto material tan jugoso. "De todos los sitios. Desde mercados, colecciones particulares, cesiones, y sobre todo, comprando en países donde viajamos a menudo".
Nosotros lo tenemos más fácil: desde la web del sello, grandes almacenes o tiendas especializadas, la colección de Music Ages está disponible a precio muy razonable para discos que contienen en su mayoría 16 canciones (4 eps al completo cuyas portadas se reproducen en la carátula del recopilatorio) y que nunca superan los 10 euros.
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