La niebla y el caos aéreo "conspiran" contra el Mercosur

Tucumán (Argentina).-  Cuando todo parecía a punto para la XXXV Cumbre del Mercosur, en la ciudad argentina de Tucumán, la niebla y el caos aéreo se unieron en una peculiar "conspiración" que, por momentos, llegó a hacer temer a los organizadores por el éxito de la cita de jefes de Estado.

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(EFE)

La Cumbre de Tucumán, una de las pocas a las que los Estados miembros llegan en "son de paz" y sin rencillas bilaterales graves, terminaría amenazada por los problemas climáticos y la deficiente red de transporte de muchos países de la región.

Pocos podían imaginar que la Cumbre de Tucumán, una de las pocas a las que los Estados miembros llegan en "son de paz" y sin rencillas bilaterales graves, terminaría amenazada por los problemas climáticos y la deficiente red de transporte de muchos países de la región.

Si, pese a la proximidad geográfica de los miembros del Mercosur, normalmente ya resulta un calvario el desplazamiento en avión por la región por la escasez de conexiones, llegar hasta una ciudad como Tucuman, 1.200 kilómetros al noroeste de Buenos Aires y con escasa infraestructura, ha sido casi un milagro.

Aunque la niebla comenzó a complicar el tráfico aéreo y terrestre el sábado, el panorama se tornó preocupante el domingo, cuando el grueso de las delegaciones que debían viajar a Tucumán se quedó literalmente plantado en Aeroparque, el aeropuerto de vuelos nacionales de la capital, mientras Aerolíneas Argentinas cancelaba sin explicaciones los vuelos programados para la sede de la Cumbre.

La niebla fue el argumento utilizado por la compañía para explicar la cancelación de los vuelos, aunque decenas de periodistas y de miembros de delegaciones oficiales varados en Aeroparque se preguntaban atónitos por qué las condiciones meteorológicas no afectaban de la misma manera a los aviones con destino a zonas turísticas como Bariloche o Iguazú.

Más de un periodista y un funcionario latinoamericano se quedó con la boca abierta cuando en el mostrador de Aerolíneas escucharon que sus opciones pasaban por recuperar su dinero, conseguir un boleto abierto por tres meses o apuntarse en lista de espera para esta semana.

Mientras el caos y las protestas de los pasajeros calentaban el ambiente en el aeropuerto, periodistas, diplomáticos y técnicos de alto nivel que debían llegar a Tucumán buscaban cualquier opción para salir de Buenos Aires.

Con Aerolíneas Argentinas colapsada, solo quedaba una línea para cubrir el trayecto, Andes, que apenas tiene un vuelo semanal y en la que pudo acoplarse un reducido grupo de periodistas en la noche del domingo.

La opción de viajar por carretera en la madrugada del lunes era prácticamente imposible, no solo por las más de 14 horas de viaje que separan Buenos Aires y Tucumán, sino porque la niebla, de nuevo, obligó a suspender la mayoría de las rutas programadas.

Finalmente, las delegaciones de alto nivel "colgadas" en Buenos Aires tuvieron que ser rescatadas en la noche del domingo por un avión presidencial.

El primer "rescate" llegó de la mano del canciller argentino, Jorge Taiana, que recogió a colegas del Mercosur, traductores y a varios periodistas en el "Tango 02", el aparato habitualmente utilizado por la escolta de la presidenta y anfitriona del cónclave, Cristina Fernández.

El "Tango 02" tuvo una intensa jornada porque regresó de nuevo a a Buenos Aires para recoger a ministros de Economía y responsables de bancos centrales suramericanos, que terminaron llegando a su destino bien entrada la madrugada.

Hubo quienes tuvieron menos suerte, no entraron en la "pesca milagrosa" del "Tango 02" y tuvieron que desplazarse al aeropuerto internacional de Ezeiza, a unos 30 kilómetros de Buenos Aires, para tomar el vuelo de Aerolíneas programado doce horas antes.

Aunque los problemas no solo se produjeron en Argentina. Algún funcionario uruguayo de alto nivel viajó en autobús de Montevideo a Colonia para cruzar en barco a Buenos Aires, donde le esperaba otra aventura casi peor con Aerolíneas Argentinas.