Domingo Berriel busca en la Expo apoyos para combatir los efectos del cambio climático para RUP

Santa Cruz de Tenerife.-  El consejero de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Ejecutivo canario, Domingo Berriel, reclamó hoy en la Expo de Zaragoza apoyos para combatir los efectos del cambio climático en las Regiones Ultraperiféricas (RUP), ya que estas regiones, afirmó, están más expuestas que el resto del territorio continental.

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(EFE)

El consejero de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Ejecutivo canario, Domingo Berriel, reclamó hoy en la Expo de Zaragoza apoyos para combatir los efectos del cambio climático en las Regiones Ultraperiféricas (RUP), ya que estas regiones, afirmó, están más expuestas que el resto del territorio continental.

En una ponencia titulada "Impactos y adaptación en la Biodiversidad y Agricultura por el Calentamiento Global en la ultraperiferia europea de la Macaronesia", Berriel solicitó un mayor esfuerzo económico y social comunitario para combatir los efectos del calentamiento global en las regiones que conforman las Regiones Ultraperiféricas (RUP), según informa un comunicado de su departamento.

Para el consejero de Medio Ambiente, las RUP (Canarias, Madeira, Azores, Guadalupe, Martinica, Guayana y La Reunión) han sido las grandes ignoradas en los estudios de la Unión Europea sobre el cambio climático.

"La inmensa mayoría de las investigaciones de impacto y adaptación al calentamiento global, financiados con recursos presupuestarios comunitarios, han pasado de puntillas, e incluso, han ignorado a estas regiones de la Unión Europea", explicó el consejero canario.

Además, recordó que a estados miembros a los que pertenecen, España, Portugal y Francia, no se les ha otorgado el mismo grado de detalle que a las regiones que forman parte de su territorio continental.

Sin embargo, esta situación, opinó Berriel, no implica que se desconozcan algunas de las repercusiones que el cambio climático dejará en la Macaronesia.

"Los impactos más severos se darán, por este orden, en la elevación del nivel del mar, en menores precipitaciones y, muy singularmente, en gravísimos riesgos para la biodiversidad vegetal y animal", añadió Berriel.

Indicó que además propondrá la realización de un análisis detallado de la situación, así como la reorientación de los usos de la tierra para la agricultura, ya que estos elementos a su vez enlazan con la salvaguardia de la biodiversidad vegetal y animal.

Para ello, ha explicado el consejero, es preciso contar con una política de ordenación del territorio que integre en mayor medida la protección de la biodiversidad, y apostar por el desarrollo de planes de salvaguardia de especies amenazadas.

Berriel solicitó ayuda también para expandir y aprovechar el potencial de energías renovables con el que cuenta la Macaronesia, así como a la creación de bancos de semillas y de material genético, una mayor integración de la biodiversidad con las actividades agrícolas y forestales y un control muy estricto de la importación humana de especies vegetales y animales no autóctonas.

Para Canarias, apuntó Berriel, es crucial, además, la potenciación al máximo de las energías renovables, la desalación del agua del mar y el fomento de una política activa de Investigación y Desarrollo (I+D) en estos campos.

Para ello, señaló el consejero, el Gobierno regional apuesta por la movilización de los sectores económicos y organizaciones ciudadanas en la lucha contra este problema global y por la dotación de los recursos económicos necesarios para la puesta en marcha de las acciones pertinentes para frenar los efectos ligados al cambio climático.

Asimismo, Berriel expuso en la conferencia su preocupación por las dificultades de supervivencia de las numerosas especies endémicas animales que hay en la Macaronesia, de las cerca de 3.000 se encuentran en Canarias.

Esta consideración se sustenta en el carácter insular del territorio, que impide además el desplazamiento geográfico de estas especies hacia otro espacio, así como en la elevada densidad poblacional y la fractura de corredores naturales, que imposibilita o dificulta el desplazamiento en altura de las mismas.