El profeta del condón

Ha nacido un nuevo héroe. No es un humanoide de la factoría Marvel, carece de poderes ocultos y es tan vulnerable que está a punto de dar con sus huesos en chirona. Olvide el término superhombre. Nuestro personaje sólo es la consecuencia de la necesidad de acabar de una vez por todas con los prejuicios sobre el uso de preservativos, y la necesidad de convertir estos capuchones de látex en objetos de uso cotidiano. Añádanle algo de protagonismo, un poco de exhibicionismo, un descaro algo atosigante… y tendrán a 'El profeta del condón'. Un ser humano, de 33 años de edad y origen italiano, en cuya partida de nacimiento pone Gabriele Paolini. ¿Superpoderes? Yo no diría tanto, puesto que se limita a interrumpir todas las conexiones de televisión que puede con un condón en la mano. Lleva ya más de 20.000 emisiones en directo saboteadas, alcanzando la cumbre de su carrera un día del año 95 en que entregó una goma al mismísimo Juan Pablo II.

"Santidad, ¿ha tenido alguna vez una erección?", le soltó el incansable interrumpidor al santo Padre. Puede que un buen día un tribunal internacional juzgue por crímenes contra la humanidad a los Papas que, con sus declaraciones en contra del uso de preservativos, pueden haber sentenciado a muerte a millones de personas en el Tercer Mundo. Mientras tanto, estas pequeñas e inofensivas "bromas" de Paolini, horrorizado por la muerte de un amigo de 22 años enfermo de sida, sólo son carne de YouTube.

Los espíritus libre, las almas creativas, no tienen, lamentablemente, hueco en nuestra sociedad globalizada. El Tribunal Supremo italiano quiere empapelar a nuestro entrañable adivino del profiláctico: ratifica una sentencia que le condena a tres meses de prisión por interrumpir un programa de la RAI en prime time.

La libertad de expresión, de nuevo en peligro. Como sucedió con Jiménez Losantos hace sólo unos días. Y como se encargó de recordarnos el pasado 21 de junio, en la página 18 de 'El Mundo', Víctor de la Serna. El nietísimo del gran periodista de la primera mitad del siglo XX está empeñado en convencer a sus lectores, los mismos que los de Losantos, de que se trata de una condena "por expresar una opinión". Y pone ejemplos tan simpáticos como ilustrativos: "Pablo Sebastián llama reiteradamente 'mandril' a Federico Jiménez Losantos, y FJL jamás se ha querellado contra Sebastián", y Rajoy llamó "traidor" a Zapatero, "y ni éste se querella ni nadie se lo pide". El mismo de la Serna se regodea llamando "traidor" a Ruiz Gallardón. "Y, si hay que reiterarlo para que haya condena, se reitera", escribe.

Yo, que he visto a Víctor de la Serna, nieto, en una cancha de baloncesto (en las gradas, saltando y gritando a los árbitros no ya como un mandril, sino como un gorila de montaña en celo), les puedo asegurar que el suyo es un texto educado y hasta prudente. "Qué bochorno…"», dice el nieto a modo de espectacular cierre, sin recordar en todo el texto, vaya por Dios, que la sentencia aclara que no sólo se enjuician los calificativos de "desleal, traidor y farsante", lanzados por Losantos, sino "múltiples expresiones en relación con la investigación del 11-M que han traspasado la libertad de expresión". Es decir, frases como "Lo repito, alcaldín, 200 muertos, 1.500 heridos y un golpe brutal para echar a tu partido del Gobierno. Te da igual, Gallardón, con tal de llegar tú al poder".

Manipular, silenciar, chillar, menospreciar, insultar… Eso sí que es un bochorno.

¿Quieren más espectáculos bochornosos? El numerito de Cuatro, con Zapatero haciendo de Gabilondo, es decir, entrevistando en el informativo a Luis Aragonés y Casillas. Como ninguno tenía grandes cosas que decir, se dedicaron al tópico, género cumbre en los mundos de la política y el balón. Si ganamos la Eurocopa, si salimos de la desaceleración… será un milagro.

Un motivo para no ver la televisión

Reckless Nelly
Cd: Bullet Proof
Yep Roc Records

Nuevo disco de la banda favorita de Steve Earle, cinco músicos de Bend (Oregón) que le han acompañado en directo y que tocan como si con esa pasta tuvieran que pagar el alquiler. Este 'Bullet Proof' es su séptimo disco, una nueva obra maestra del rock con raíces.

Reckless Nelly son una fuerza de la naturaleza: toda una garantía de calidad, de contundencia y de autenticidad. Aquí no hay ni country gótico ni experimentaciones electrónicas. Sólo guitarras eléctricas, mandolinas, armónicas y muy buenas canciones. Nadie debería poner en duda el buen gusto del gran Steve Earle.