Arshavin y la nueva Rusia

Rusia dio una lección magistral de fútbol en su partido de cuartos de final ante Holanda, lo que se tradujo en una contundente victoria por tres a uno. Los rusos asombraron con su fútbol directo, sin complejos, brutalmente inspirado, que pasó por encima del equipo de Van Basten, ese mismo equipo que se había henchido de elogios tras imponerse con contundencia a Francia e Italia. Fueron 120 minutos (prórroga incluida) que no se olvidarán en la historia de la Eurocopa, y en los que brilló especialmente un Arshavin imperial. Rusia confirmó ser el mayor descubrimiento futbolístico en mucho tiempo, un vendaval de juventud que nos obliga a preguntarnos si estamos ante una generación que marcará una época en el fútbol europeo, o si ha sido fruto de una Eurocopa en la que los astros anduvieron alineados en clave rusa (como ocurrió con Grecia hace cuatro años). Estos son los elementos que, en cualquier caso, desciframos de la clave rusa:

RUBEN SPRICH (REUTERS)

Arshavin el mago.

• Arshavin. El partido de Arshavin fue prodigioso. Demostró su capacidad para hacer jugar a todo el equipo, su destreza para leer el ritmo de partido, su inteligencia para manejar el cuerpo en los regates, su hábil manejo de la pelota, sus posibilidades de cara al gol, y también su precisión para inventar jugadas y goles, como el centro imposible que motivó el tercer tanto ruso.
• La fórmula Hiddink. Ni la Italia de Donadoni, ni la Francia de Domenech, ni la Rumanía de Piturca, fueron capaces de plantar cara a Holanda. Sin embargo, Hiddink, casi sin hacer ruido, encontró la fórmula adecuada para minimizar el potencial de los 'oranjes'. El fútbol directo, el aprovechamiento de todo el campo, las combinaciones rápidas, el ahogamiento de los rivales que inician las jugadas, el descaro, el juego en bloque, la brutal inspiración...
• Valentía. En ocasiones, algunos equipos de fútbol dudan en los grandes torneos, y varían su fórmula de juego en función del poderío del equipo rival. Sin embargo, Rusia aparcó todos los complejos y jugó de tú a tú ante la mismísma Holanda. Se apoderó de sus mismos argumentos, el fútbol desenfadado y directo, y los aprovechó en su propio beneficio.
• Insólito proceso de maduración. Cuesta creer que el equipo que ganó a Holanda sea el mismo que cayó con estrépito ante la selección española en la primera jornada de la Eurocopa. Es increíble cómo han ido creciendo en el juego. Mientras otros equipos, como España, necesitan años de maduración, cocerse a fuego lento, los rusos han espabilado y han aprendido de sus errores como niños prodigio (es la selección más joven del campeonato).
• Holanda, a remolque. En el campeonato, los jugadores de Van Basten siempre habían gozado de ventaja en el marcador. Nunca habían tenido que ir a remolque. De este modo, sus rivales se veían obligados a volcarse hacia la meta contraria, creando una situación muy favorable para el veloz estilo de juego de los 'oranjes'. Pero ante la adversidad en el marcador, los holandeses tuvieron que abandonarse en brazos de la improvisación, y pasaron muchos apuros. En la segunda parte, pasearon el balón por delante del área rival, pero crearon un fútbol pequeño, estupefacto ante la majestuosidad rusa.
• Inocencia. Los jugadores de la selección rusa carecen de una dilatada experiencia internacional. Sin embargo, jugaron con un aplomo envidiable. En ocasiones, sacaron el balón jugado desde la defensa con total naturalidad, como si fueran unos auténticos genios o como si fueran unos completos inconscientes. En todo caso, transmitieron una grata sensación de frescura y de alegría.
• Fallos en defensa. No todo pueden ser elogios para el equipo de Hiddink. Y es que la inocencia de los jugadores tiene un precio, como se demostró en el gol de Van Nistelrooy. Los rusos flojearon en la defensa, de modo que incurrieron en excesivos errores de marcaje. Aunque los holandeses fueron incapaces de aprovechar la situación (en ocasiones sólo por milímetros), quedó en evidencia la falta de contundencia en los jugadores rusos de retaguardia.
• Favoritos. Quien haya apostado por las sorpresas en esta Eurocopa se habrá hecho de oro. Y es que, salvo España, los otros tres equipos que pasaron como líderes de sus respectivos grupos cayeron en cuartos. Eran los tres equipos que mejor fútbol habían cuajado al comienzo del torneo (Portugal, Croacia y Holanda) y ya están fuera de combate.
• Tres estilos en semifinales. Al margen de España, han llegado a semifinales otros tres equipo que representan tres formas de entender el fútbol. Los alemanes con su contundencia. Los turcos con su desorden y su fe ciega. Y los rusos con el descaro y el fútbol directo. Es una muestra de la riqueza y la variedad que se puede paladear en esta Eurocopa.
• Nuevos interrogantes. La grandeza del partido contra Holanda no queda comprimida en los 120 minutos que duró el partido. Al contrario, se abre una cadena de interrogantes y nuevos caminos. Por ejemplo, ¿estamos en el nacimiento de una verdadera potencia futbolística? Hace 10 años que Hiddink no está en una selección de primer nivel, desde que abandonara el banquillo holandés: ¿de qué sería capaz Guus Hiddink en el banquillo de cualquiera de las selecciones más potentes? España y Rusia se enfrentarán en semifinales: ¿será España capaz de repetir la goleada de la primera fase ante Rusia en este momento?