Diputados chilenos aprueban una nueva ley educativa pese al rechazo del sector

Valparaíso (Chile).-  La Cámara de Diputados de Chile aprobó hoy el proyecto sobre una nueva Ley General de Educación (LGE) al que se oponen profesores y estudiantes, que han protagonizado varias protestas de rechazo en las últimas semanas.

Los docentes anunciaron posteriormente y tras cuatro días de paro el fin de la protesta, aunque reafirmaron que continuarán con las movilizaciones en rechazo a la nueva ley.

"La discusión final la vamos a dar en el Senado en conjunto con todos los demás actores (...) seguiremos hasta que se retire el proyecto de la LGE del Parlamento", afirmó a los periodistas el presidente del gremio, Jaime Gajardo.

Informó, además, que el 27 de junio se celebrará una asamblea nacional extraordinaria para analizar los próximos movimientos del gremio.

En tanto, en Santiago y en varias regiones del país los estudiantes se reunieron en diferentes puntos para protestar por la aprobación de la LGE y evalúan nuevas movilizaciones para mañana.

La iniciativa, que se sacó adelante tras un acuerdo entre el Gobierno y la oposición derechista, era repudiada también por buena parte de los parlamentarios oficialistas, y finalmente fue aprobada por 96 votos a favor, doce en contra y siete abstenciones tras cuatro horas de debate.

Para asegurarse el respaldo de los diputados oficialistas, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, suscribió hoy mismo un acuerdo con los partidos afines para enviar un nuevo proyecto de ley al Parlamento destinado específicamente a fortalecer la educación pública.

Ese convenio establece medidas y propuestas para avanzar en un marco específico para la educación pública, con el propósito de que "la calidad y la equidad dejen de ser una aspiración y se conviertan en elementos asegurados a través de mecanismos legales correspondientes", explicó la mandataria.

Agregó que también da "prioridad a escuelas y liceos públicos, con una estructura que permita superar los problemas detectados y garantizar una educación de calidad a lo largo de todo Chile".

La aprobación del proyecto sobre la LGE, que ahora pasó al Senado, necesitaba un mínimo de 68 votos, lo que hasta última hora estuvo en duda por la "rebeldía" de muchos parlamentarios oficialistas, que comparten con profesores y estudiantes el rechazo al concepto de lucro que, a su juicio, contiene el texto.

Finalmente, la mayoría de los discrepantes votó a favor de la nueva norma, que reemplazará a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), impuesta en los años ochenta por la dictadura de Augusto Pinochet.

La LGE fue elaborada por una comisión especial surgida tras la "revolución de los pingüinos" (estudiantes secundarios) en 2006.

Estudiantes y profesores la rechazan porque creen que aumenta la desigualdad y la segregación, y exigen el fortalecimiento de la educación pública y terminar con la selección de alumnos en los colegios.

La votación de hoy en Valparaíso, a 120 kilómetros al oeste de Santiago, concluyó en medio de ruidosas protestas de profesores y estudiantes apostados en las tribunas de la Cámara de Diputados, que fueron desalojados por la policía.