Razones para prestar interés al España-Grecia

El partido que hoy disputa España ante Grecia puede parecer un mero trámite, porque ya nadie puede mover a España de la primera plaza, mientras que los de Rehhagel no tienen ninguna opción de abandonar la última plaza del grupo. Sin embargo, al margen de cuestiones clasificatorias y estadísticas, hay algunos focos de interés en este encuentro, porque el fútbol es también una cuestión de detalles e intangibles.

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Iniesta es el único de los 'titulares' que formará ante Grecia.

Detalles, por ejemplo, son los que allanaron el camino de Italia hacia los cuartos de final. El penalti que Buffon detuvo a Mutu, la lesión de Ribéry, la expulsión de Abidal... Uno de los detalles que hoy podrán verse sobre el césped del Wals-Siezenheim de Salzburgo es el estado de forma que atraviesan los suplentes. Y es que nunca hay que perder de vista la importancia que pueden llegar a tener los jugadores de banquillo. Por ejemplo, en el partido de la selección española ante Suecia, la entrada de Cazorla y Cesc sirvió como desatascador para el espeso juego del centro del campo español.

La historia de la selección también se encuentra plagada de apariciones estelares desde el banquillo. Mucha gente recordará un partido contra Dinamarca que se jugó en Sevilla, y en el que España se jugaba la clasificación para el Mundial de Estados Unidos de 1994 (aquél en el que los jugadores de Clemente, precisamente, se estrellaron contra Italia en cuartos). El partido empezó con la expulsión de Andoni Zubizarreta antes de que se cumpliera el minuto 10 de partido. La solución fue retirar a Camarasa del campo y dar entrada a un jovencísimo Santiago Cañizares (sí, Cañete fue joven algún día), que debutaba en la selección y cuajó un buen partido.

Pero estos casos se multiplican en el mundo del fútbol y, en ocasiones, resultan de lo más pintoresco. Ahí está el caso de Maxi López, el jugador argentino que jugó en el Barcelona y que algunos, con una alta dosis de guasa y humor negro, bautizaron como el "Drogba blanco". Cuando aún estaba reciente su fichaje por el equipo blaugrana, el argentino saltó desde el banquillo en un partido de octavos contra el Chelsea, cuando el marcador era adverso. Entonces, Maxi López marcó un gol y participó en el segundo tanto, que dieron la victoria al equipo de Rijkaard. Aunque la explosión futbolística del argentino se ralentizó más de lo esperado (muchos aún la siguen esperando), es un ejemplo de esos jugadores que llevan el 'número 12' a la espalda, esos suplentes de primera línea a los que los entrenadores suelen echar mano a la primera oportunidad. Ahí están los ejemplos de Solari o Higuaín en el Madrid.

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Güiza quiere ser el centro de las miradas.

Por esta razón, muchas miradas estarán hoy, en el duelo ante Grecia, fijadas sobre jugadores como Cesc, Güiza, o la pareja de centrales compuesta por Albiol y Juanito, cuya participación puede ser muy necesaria en el transcurso de la presente Eurocopa, conociendo la endeblez de los defensas españoles en este torneo. De los jugadores que fueron titulares en los dos partidos anteriores, sólo Iniesta repetirá hoy en el once inicial, en detrimento de Cazorla, que arrastra unas molestias desde el último choque.

Y también está la cuestión de los intangibles. Eso lo sabe bien Pep Guardiola, que en su presentación como entrenador del Barcelona, justificó la defenestración de Eto'o, Deco y Ronaldinho, asegurando que, para tomar su valiente decisión, había valorado "el rendimiento, el tiempo que llevan en el club y otras cuestiones poco tangibles". En el partido entre España y Grecia habrá algunas de estas cuestiones "poco tangibles" en juego. En el caso de los helenos, se encuentran muy heridos porque han sido incapaces de defender el cetro europeo que conquistaron hace cuatro años en Portugal, hasta el punto de que han perdido los dos partidos disputados y no han conseguido anotar un solo gol. La honra griega está en juego. El abatido Rehhagel ha asegurado que Grecia, al igual que España, también hará "variaciones en el equipo", por las lesiones y porque "hay otros que merecen su oportunidad".

En el caso de la selección española, aunque no está en juego la clasificación a cuartos, la verdad es que a nadie le gusta salir derrotado. En este tipo de campeonatos, además, una derrota ventila muchas dudas, de la misma forma en la que una victoria tiene la capacidad de alimentar los sentimientos más eufóricos. Además, hay que demostrar a los italianos, que esperan en cuartos, que España cuenta con alternativas de juego de cara al partido del próximo domingo. Por estas razones, el partido de esta noche ante Grecia no es un mero trámite.