Cañizares anima a los padres a usar la "legítima" objeción de conciencia ante Educación para la Ciudadanía

Toledo.-  El arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, anima a los padres a defender con todos los medios a su alcance su derecho a determinar la educación moral que desean para sus hijos, medios entre los que incluye la "legítima" objeción de conciencia ante la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

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(EFE)

El arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, anima a los padres a defender con todos los medios a su alcance su derecho a determinar la educación moral que desean para sus hijos, medios entre los que incluye la "legítima" objeción de conciencia ante la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

Cañizares firma junto al obispo auxiliar de Toledo, Carmelo Borobia, una carta pastoral sobre educación con motivo del final del curso y de la aplicación en Castilla-La Mancha a partir del curso 2008-2009 de la citada asignatura.

El arzobispo apunta en la carta que "todavía hay tiempo para rectificar" e incluso pregunta a las administraciones si, "ante tanta dificultad y duda, ante tanto sufrimiento como se está originando o se puede originar, ante tanta polémica como se ha desatado", no cabría "una moratoria" en la aplicación de la asignatura.

Cañizares y Borobia plantean que ante esta circunstancia hay que actuar "con lucidez, verdad, responsabilidad y libertad" en defensa de los derechos "fundamentales e inviolables" de los padres, a quienes corresponde elegir el tipo de formación religiosa y moral que quieren para sus hijos.

"El Estado no puede imponer legítimamente ninguna formación de la conciencia moral de los alumnos al margen de la libre elección de vosotros, sus padres", asegura la carta, que indica que en los reales decretos de enseñanzas mínimas obligatorias y en las normas autonómicas se impone todos los alumnos y a todos los centros una formación moral determinada.

De hecho, entra "en abierta contradicción" con lo que "muchísimos" padres han elegido al solicitar que sus hijos acudan a clase de "Formación religiosa y moral católica".

El arzobispo también pone de manifiesto que la asignatura, en sus sus objetivos, contenidos, competencias y evaluaciones, también entra en contradicción con el carácter confesional de algunos centros educativos, que aún así se verán obligados a aplicarla.

Por ello, Cañizares y Borobia recuerdan la declaración de la Conferencia Episcopal de febrero de 2007 y afirman: "los padres haréis muy bien en defender con todos los medios legítimos a vuestro alcance (incluida, por tanto, la objeción de conciencia, legítima) que os asisten de ser vosotros quienes determinéis la educación moral que deseáis para vuestros hijos".

A los centros católicos de enseñanza les expone que si admiten en su programación los contenidos previstos en los reales decretos entrarían en contradicción con su carácter propio y les advierte: "El Estado no puede obligaros a hacerlo, ni los centros podríais hacerlo tampoco, si no fuese vulnerando el derecho a la libertad de enseñanza y a la libertad religiosa".

En cuanto a los centros estatales, el arzobispo opina que si imparten la asignatura "perderían su obligada neutralidad ideológica".

Los obispos de Toledo, provincia en la que más objeciones se han presentado a la asignatura, agradecen y alientan "de todo corazón" los padres que "reclamáis lo que es justo y exigible en materia educativa".

De hecho, les piden que no desfallezcan, que no tengan "miedo alguno" y les dejan claro que "como obispos, nos sentimos muy cercanos y os apoyamos".

La carta también contiene elogios par el Gobierno de Castilla-La Mancha por "lo mucho y bueno" que hace por mejorar la enseñanza, por su atención a la escuela católica y por su gran sensibilidad, respeto y ayuda para con la enseñanza de la religión y moral católica.

Respecto a Educación para la Ciudadanía, los obispos sostienen que la administración regional se ve ante una normativa de carácter estatal que obliga a las comunidades autónomas y reconoce "que hemos sido escuchados en este asunto, aunque no se haya podido alcanzar, al menos hasta ahora, lo que correspondería satisfactoriamente a lo que tantos padres reclaman justamente".

Por ello, pide al Ejecutivo castellanomanchego y al extremeño, pues la archidiócesis de Toledo se adentra en esa comunidad, "que no se cierren puertas y se prosiga el camino para encontrar soluciones justas y precisas que respeten y garanticen eficazmente el derecho que los padres están reclamando y defendiendo amparados en la Constitución, tanto en los centros estatales como en los de iniciativa social, con medios legítimos a su alcance".