Último montaje de la coreógrafa alemana Waldmann reivindica el teatro como fiesta

Salamanca.-  La coreógrafa alemana Helena Waldmann estrenará mañana en España, dentro del IV Festival de las Artes de Castilla y León, la obra "Feierabend!-Das Gegengift-", con la que pretende convertir el escenario en "una fiesta, un banquete, en el que el público decidirá si quiere participar o no".

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(EFE)

La coreógrafa alemana Helena Waldmann durante la presentación del estreno en España de su último trabajo, 'Feierabend!-Das Gegengift-', que podrá verse el próximo lunes en el marco del IV Festival de las Artes de Castilla y León, hoy en Salamanca.

Waldmann ha explicado hoy en Salamanca, en una rueda de prensa, que en los últimos años ha viajado a distintos países, que en "muchos de ellos el sentido de la hospitalidad era muy importante y que cuando regresaba a Alemania "sentía que algo no funcionaba en mi país y probablemente en el resto de Europa".

En la actualidad, "la gente sólo se preocupa en trabajar, en ganar dinero y no se pregunta ¿quiénes somos? aunque todos hablamos y pensamos en el mí, en quién soy yo y en qué me interesa a mí", y por ese motivo la obra "pretende unir a las personas para hacer lo contrario al trabajo, que para mí, puede ser la fiesta".

El objetivo de Waldmann es "conseguir que el público participe en el escenario en nuestra fiesta, es cambiar las normas habituales del teatro" porque en la actualidad, además de "comprar la entrada, sentarte y sentir cosas, no hace nada más y yo quiero que el espectador participe y haga sus aportaciones".

Helenna Waldmann ha explicado que lo primero que hay que hacer para cambiar las normas "es preguntarte si tienes valor para hacerlo, porque cuando la gente esta acostumbrada a algo y no cumples las expectativas, entras en un terreno peligroso".

Por ese motivo, la compañía de Waldmann le preguntará a los espectadores "nada más entrar en el teatro si tienen valor para cambiar", según ha explicado, y repartirá unas máscaras de animales para ayudar al público "a participar, a romper fronteras" desde el anonimato, según ha asegurado la directora teatral.

La experiencia de Waldmann le indica que "el público se quita esa máscara y canta en grupo, haciéndolo mal, cuando ya no siente vergüenza o cuando deja de pensar en que los demás te están juzgando o valorando".

La coreógrafa alemana ofrecerá un discurso al público donde pretende invitarlos a "devolver al teatro a la fiesta", porque este arte se ha "olvidado de que ha evolucionado de la fiesta, en la misma medida en que nosotros nos hemos olvidado que no podemos vivir sin la excepción a la regla".

A su juicio, la "fiesta es nuestra propia creación, un triunfo de la libertad sobre nuestras convicciones".

Para conseguir que el público participe en el espectáculo, la compañía ha analizado los hábitos de siete países diferentes, de los que han sacado siete pasos que ponen en escena como son la invitación para entrar en el teatro, la pregunta sobre el valor, la entrega de las máscaras para formar grupos, comer juntos o realizar una piñata.

Ha explicado que el objetivo del espectáculo es que "la gente sufra una catarsis al término de la obra", porque la experiencia le indica que "la gente que ha participado activamente, al final se siente fenomenal, pero la sociedad dice no y no para de poner objeciones".