Reconocen el trabajo de una activista y abogada colombiana de mujeres desplazadas

Nueva York.-  Los escollos que ha tenido enfrentar, entre ellos amenazas de muerte, no han detenido a la abogada y activista colombiana Patricia Guerrero en su defensa de los derechos de las mujeres de su país víctimas de la violencia, una tarea que realiza a través de la "Liga de las Mujeres Desplazadas".

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Guerrero es una mujer de personalidad fuerte y palabras contundentes que se ha entregado a la difícil lucha por la restitución de los derechos de las desplazadas, causa a la que se dedicó tras retornar a su país en 1998 luego de un año en California junto a su familia, contra la que pesaban amenazas de secuestro.

"Al volver me asenté en Cartagena de Indias y vi un panorama horrible: las mujeres llegaban semidesnudas, con seis niños, no sabían dónde estaba ninguna agencia gubernamental, llegaban a las iglesias como mendigos, se morían", explicó a Efe Guerrero, quien decidió ayudarlas a recuperar sus derechos y su dignidad.

"Entonces empecé a pelear con mis argumentos, no con armas, soy una pacifista que no cree que las armas solucionen nada en ninguna parte del mundo", agregó Guerrero, quien en 1999 fundó la "Liga de las Mujeres Desplazadas", con la que ya ha conseguido importantes victorias.

La más reciente fue que la Corte Constitucional de su país estudiara "la grave inconstitucionalidad que se comete con las desplazadas", y ordenara el pasado abril el diseño de políticas públicas para atender y resarcir a un grupo de 600 mujeres.

La decisión de la corte -que en breve será remitida al presidente Álvaro Uribe- incluye a la Fiscalía General, que "nunca investigó las violaciones y esclavitud sexual, la prostitución forzada, el aborto forzado y el reclutamiento forzado de las mujeres", según la abogada.

Guerrero, que ha dado voz a miles de mujeres en Colombia, fue además la gestora de la "Ciudad de las Mujeres" en Turbaco, en el departamento de Bolívar, un lugar abierto en marzo de 2006 que se ha convertido en el hogar de unas 500 mujeres y sus hijos.

Ese trabajo ha sido reconocido por la Fundación Global para las Mujeres, una institución con sede en California que por primera vez realizará esta semana su gala anual en Nueva York, donde premiará a esta colombiana junto a otras líderes feministas de diferentes países.

De acuerdo con la activista, la "Ciudad de las Mujeres" es más que un grupo de casas, es "una estrategia de resistencia pacífica de mujeres negras, indígenas desplazadas, de las pobres entre las pobres, que han demostrado al Estado que sí podemos hacer las cosas".

"Las mujeres hemos tenido que luchar mucho, y éste es un movimiento social fuerte y contestatario, que se ha sostenido en el tiempo y que es muy serio en el análisis sociopolítico de lo que le pasa a las mujeres", comentó Guerrero.

Sin embargo, también "es un movimiento que nace de las entrañas de las mujeres colombianas desplazadas", que representan más del 60 por ciento de los cuatro millones de desplazados internos que hay en Colombia.

Ese país es el segundo del mundo con más desplazados internos, sólo superado por los 5,8 millones de Sudán, según el Centro de Control de Desplazamientos Internos (IDMC), dependiente del Consejo Noruego de Refugiados, la principal organización que supervisa la situación de estas personas y que cuenta con el auspicio de la ONU.

Guerrero afirmó que el desplazamiento forzado no es sólo consecuencia del conflicto que vive Colombia, sino de "todos los horrores que se han cometido contra las mujeres y que recurren a la violación como un arma de guerra".

"Sobre el cuerpo de las mujeres pasa la guerra, los paramilitares, la guerrilla y hasta algunos miembros del Ejército. Es una violación flagrante de los estándares internacionales de derechos humanos y, sin embargo, es un problema invisible", sostuvo la activista, que ha luchado por diez años para hacer visible esa situación.