El Papa expresó preocupación por la pobreza e inmigración que sufre Guatemala

Ciudad del Vaticano.-  El Papa expresó hoy su preocupación por la pobreza y la emigración que sufre Guatemala y dijo que a los necesarios programas económico y técnicos hay que añadir aquellos aspectos que fomenten la dignidad de la persona, la estabilidad de la familia y los valores humanos y cristianos.

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(EFE)

El Papa Benedicto XVI.

Benedicto XVI hizo estas manifestaciones en el discurso que dirigió al nuevo embajador de Guatemala ante la Santa Sede, Acisclo Valladares Molina, que hoy le presentó las cartas credenciales.

Tras expresarle sus mejores deseos para el Gobierno y dedicar sus oraciones "por la seguridad, el progreso y la armónica convivencia del querido pueblo guatemalteco", el Papa recordó que se cumplen 25 años de la primera visita de Juan Pablo II a ese país y que la Iglesia Católica siempre tiende "una mano fraterna a todos los ciudadanos, preferentemente a los más desamparados".

"Desde esa óptica, la Iglesia comparte la preocupación de las autoridades de Guatemala ante fenómenos que afligen a una gran parte de la población, como la pobreza y la emigración", afirmó el Papa.

El Obispo de Roma agregó que en ese sentido a los "imprescindibles" programas técnicos y económicos han de añadirse "aquellos otros aspectos que fomenten la dignidad de la persona, la estabilidad de la familia y una educación que tenga en cuenta los más importantes valores humanos y cristianos".

Benedicto XVI agregó que no se puede olvidar a quienes tuvieron que abandonar su tierra, ya que es un deber de gratitud y justicia hacia esas personas "que, de hecho, son también una fuente de recursos significativos para la Patria que los vio nacer".

El Pontífice señaló que otro de los desafíos de Guatemala es acabar con la desnutrición que sufren numerosos niños.

A este respecto manifestó que la erradicación del hambre y contar con una alimentación sana y suficiente, requiere métodos y acciones específicas que permitan la explotación de los recursos, pero respetando la naturaleza.

El Papa agregó que es necesario tener en cuenta los ciclos y el ritmo de la naturaleza "conocidos por la gente de zonas rurales", así como proteger los usos tradicionales de las comunidades indígenas, "dejando a un lado razones egoístas y exclusivamente económicas".

Benedicto XVI dijo en su discurso que el derecho primario a la alimentación está intrínsecamente vinculado con la defensa de la vida y que "nunca será bastante el esmero que hay que poner" para ayudar a las madres, especialmente a las que se hallan en grave dificultad, para que puedan traer a sus hijos al mundo con dignidad, "evitando así el injustificable recurso al aborto".

El Obispo de Roma reiteró la necesidad de salvaguardar la vida humana desde el momento de la concepción y manifestó que la adopción de niños tiene que estar garantizada "en todo momento por la legalidad de los procedimientos utilizados para ello".

El Pontífice también se refirió a la violencia social, de la que dijo que a menudo se agudiza por falta de diálogo y de cohesión en los hogares, por lacerantes desigualdades económicas, por graves negligencias y deficiencias sanitarias, por el consumo y el tráfico de droga o por la lacra de la corrupción.

Benedicto XVI subrayó "con satisfacción" los pasos que ha dado Guatemala en la lucha "contra esas tragedias" y animó a los guatemaltecos a seguir promoviendo "los rectos valores" y a combatir la ilegalidad, la impunidad y el soborno.