Metamorfosis de la web y los medios

Acabo de pasar dos días en Roma invitado por Lagardère Active para hablar (brevemente) ante los directivos del grupo de cómo la web afecta al oficio de periodista, lo cual me ha permitido encontrarme con responsables de publicaciones venidos de diversos horizontes: China, Rusia, Chequia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Italia, España y Francia. Apasionante.

Lo más llamativo, lo esencial, es que el desarrollo en internet es para el grupo lo que tiendo a calificar de eje estratégico, pero que Didier Quillot, el presidente, prefiere calificar de 'evidencia'.

En todo caso, nadie se pregunta (al menos oficialmente) si hay que lanzarse o no. Esto permite ganar mucho tiempo.

Velérie Toranian, la directora de Elle, trata de abrirse a las blogueras. En los talleres, se han esforzado en difundir las 'best practices' de innovación y de integración papel/web. Todd Andermann, un directivo neoyorquino, ha presentado un 'widget' original que permite orientar las compras siguiendo los propios 'sentimientos'. Ha habido abundantes reflexiones sobre los objetivos a alcanzar para el 2012… Bastante convincentes.

No obstante, me ha embargado la duda cuando, escuchando discurso tras discurso, me he preguntado a veces si los oradores sabían de qué estaban hablando al referirse a la web (que tienden a confundir con internet). No todos parecen darse cuenta de lo mucho que difiere esta especie de los medios tradicionales.

Saben que no pueden contentarse con colgar en línea, bajo una forma ligeramente distinta, los contenidos previstos inicialmente para el papel o la radio. Pero he tenido la impresión de que no todos asimilaban que los medios tradicionales tienen en común su inserción en la lógica del 'one to many' [de uno para muchos], mientras que la web extrae su vitalidad del hecho de ser una plataforma donde encontramos informaciones que obedecen a lógicas muy distintas de la del 'many to many'. [de muchos para muchos]

Más concretamente, no he escuchado apenas referencias claras a la web 2.0, a la web participativa, a todo lo que viene desarrollándose en el curso de los últimos meses. Estoy dispuesto a creer que buena parte de los asistentes utilizan los flujos RSS, pero, aparte de los profesionales de la web, no he conversado con nadie que hubiese oído hablar de Twitter.

De entre todas mis experiencias, ha sido en ésta donde he percibido con mayor claridad que la web es hoy día una 'evidencia' para todas las empresas de medios.

La experiencia me ha permitido también comprender que esta condición indispensable no es por fuerza suficiente. Es preciso, además, asimilar que se trata de un animal distinto… en metamorfosis permanente… al que hay que seguir la pista. Y no es fácil.