La antorcha olímpica coincide en Nankín con la visita histórica del líder taiwanés

Shanghai.-  El relevo de la antorcha olímpica pasó hoy por la antigua capital china de Nankín (provincia de Jiangsu) y se vio reducida a 12,9 kilómetros en un día en que coincidió con la visita histórica a la ciudad del presidente del partido Kuomintang taiwanés (KMT), Wu Po-hsiung.

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(EFE)

Un grupo de atletas escolta al portador de la antorcha olímpica el pasado 24 de mayo en la Universidad Jiao Tong durante el relevo en Shanghai.

Wu es el primer dirigente del KMT que visita China desde el final de su guerra civil en 1949, pero según el gobierno nanquinés, ese no fue el motivo de que se eliminara del recorrido de la antorcha la visita al mausoleo de Sun Yat-sen, fundador de la República de China (1912) y respetado en ambos territorios, y que sí visitó Wu esta mañana.

El trayecto original era de 40 kilómetros pero fue reducido según "los requisitos del BOCOG (Comité Organizador de Pekín 2008) de recortar la ruta y simplificar las actividades de celebración" tras el terremoto del 12 de mayo, dijo hoy un portavoz al diario "South China Morning Post"

Tras el minuto de silencio habitual por las víctimas del seísmo, el siete veces campeón mundial de bádminton Yang Yang tomó la antorcha en el Centro Deportivo de la antigua capital china, entre pancartas y ánimos de apoyo tanto a los Juegos como a los afectados por la catástrofe.

Ante la atenta mirada de casi un millón de espectadores, en una ciudad de cerca de seis millones de habitantes, 208 relevistas, de entre 14 y 91 años, llevaron la llama por sus calles, entre ellos dos policías y un bombero que acaban de regresar del epicentro del terremoto, en la provincia de Sichuan.

"Como relevista, llevar la antorcha no sólo es un honor sino un deber", dijo Zhou Jun, subdirector de la brigada especial de bomberos enviada desde Nankín a Beichuan, una de las localidades más afectadas.

Tras un recorrido que duró menos de tres horas, y que atravesó tanto puntos históricos como representativos de la modernidad de la ciudad, la antigua capitana de la selección china de voleibol Sun Yue corrió el último tramo, que fue de unos 60 metros para cada relevista, y dejó la llama en un pebetero en el parque Gulou.