El camaleón cambia de color según quién lo mire

Todos sabemos que el camaleón, como dice la canción, cambia de colores según la ocasión. En caso de peligro o cortejo, el dúctil animalito adquiere la textura visual del entorno. Pero se ignoraba que el tono elegido varía en función de la clase de predador que le amenace, según han anunciado científicos australianos.

Biology Letters

Y ahora: ¿dónde está el camaleón?

Los expertos de la Universidad de Melbourne, que algo sospechaban, diseñaron un experimento para salir de dudas. Encerraron unos cuantos camaleones enanos de la variedad africana en jaulas con ramas, y con un espectrómetro obtuvieron un registro objetivo de sus colores.

Acto seguido, introdujeron en los recintos sendas imágenes en tamaño natural de sus principales predadores: una serpiente trepadora y el fiscal (un pájaro pariente de la pega reborda). Transcurridos unos pocos minutos, los expertos volvieron a tomar mediciones espectrométricas de los camaleones y su entorno.

De la comparación entre los datos recabados sacaron la primera conclusión: la similitud cromática con el entorno de los animales cautivos era mucho más acusada en aquellos que percibían la imagen del fiscal, que en los camaleones confrontados a la de la serpiente, se dice en el texto publicado en 'Biology Letters'.

Para interpretar el significado de ese hecho, los expertos diseñaron un dispositivo óptico que imita el sistema visual del fiscal y de la serpiente. A través de ellos observaron a los camaleones y encontraron que, dada la escasa agudeza visual de la serpiente, se encontraban suficientemente camuflados; o sea, no necesitaban esforzarse tanto. Distinto ocurría en presencia del fiscal, un pájaro de muy buena visión, facultad que les obligaba a mimetizarse en mayor grado.

Segunda conclusión: los camaleones situados frente a la imagen de la serpiente adquirían un color más pálido; una circunstancia que los autores del estudio imputaron al hecho de que los ofidios se les aproximan desde abajo, cuando su silueta se recorta contra la luminosidad del cielo; mientras que, desde el punto de vista del pájaro que observa desde arriba, un camaleón oscuro se confunde mejor con la espesura.

No se trata de la única especie capaz de defenderse mediante tan ingenioso modo. Me entero leyendo 'Newscientist' de que la ardilla moruna reacciona parecido cuando le acechan serpientes, reptiles dotados con un sistema infrarrojo de detección de pequeños mamíferos. En presencia de su enemigo, el corazón de estos roedores bombea más sangre con el propósito de emitir más radiaciones infrarrojas y confundir al predador haciéndole creer que su tamaño es mucho mayor.

Pero la variación cromática tiene más funciones aparte de las defensivas. Otro experimento con camaleones enanos, realizado también por los investigadores australianos, demostró que sirven de medio de comunicación entre miembros de la misma especie. Un estudio con parejas de machos dispuestos en ramas opuestas detectó un auténtico "duelo" de señales cromáticas, dirigidas a alejar a eventuales competidores.

¿Cómo se las arreglan para ejecutar semejantes hazañas? Su don del camuflaje se lo deben a las células cromatóforas situadas en su piel. Estas contienen dos tipos de pigmentos, uno negro (melanina) y otro policromático, el sustrato de una paleta adaptada a los peligros de la vida arbórea: blanquecino, negro, verde intenso, verde-amarillento, verde olivo o azul. Mediante indicaciones dadas a través de los nervios o de hormonas, los camaleones pueden cambian de color en milisegundos.