Herederos de Rowan: Convencer a miles, hablándoles uno a uno

Desde una antigua redería de San Sebastián, los Herederos de Rowan realizan una magnífica publicidad de manera independiente, sin prisas y ajenos a los intereses y vicios de las grandes corporaciones.

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Cuentan que Andrew Summer Rowan fue un héroe de la Guerra de Cuba. Un aguerrido soldado que logró entregar un importante mensaje del gobierno norteamericano a García, jefe de los revolucionarios cubanos emboscados en las montañas.

Más de un siglo después, un trío de jóvenes creativos decidió montar su propia agencia de publicidad siguiendo el ejemplo de Rowan: «’Para convencer a miles, les hablamos uno a uno’, sin importar lo que cueste hacerles llegar el mensaje».

Los Herederos

Los "Herederos" son Óscar Bilbao, Íñigo Burgui y Fernando Uribe. Su experiencia casi dos décadas en el mundo de la publicidad; sus medallas, magníficos trabajos que nada tienen que envidiar a los de las grandes agencias de Madrid y Barcelona, ciudades en las que se localiza el negocio. Un hecho que, además de permitirles vivir con una calidad de vida envidiable para cualquier creativo, también les permite ver el negocio con cierta distancia, algo que, en un sector como este, no viene mal.

"Herederos es una agencia de poca gente, que no es lo mismo que una agencia pequeña", cuentan. "Empezamos siendo tres, somos tres y esperamos seguir siéndolo, primero, porque nos permite seleccionar los proyectos; segundo, porque en los que ponemos en marcha, nos implicamos hasta el fondo y, tercero, porque nos permite centrarnos en lo que realmente importa: la creatividad y la estrategia".

Sin embargo, y a pesar de esa calidad, da la sensación de que el mundo de la publicidad no les presta la atención que merecen. Los medios del sector no son excesivamente receptivos ante sus trabajos como lo son ante los de las grandes compañías y los certámenes y concursos no los recompensan como merecerían.

"Gracias por ese comentario. Sinceramente, nos importa más bien poco cómo nos vea ‘la profesión’. Nos importa cómo nos ven nuestros clientes y, sobre todo, nos importa cómo responden los clientes de nuestros clientes a nuestras estrategias y campañas.

En cuanto a los premios, tampoco nos obsesiona. Cuando tenemos algo que puede encajar en algún festival, lo presentamos. Nunca más de dos o tres campañas y no siempre. Y, la verdad es que, generalmente, al menos una llega a la short-list cuando no consigue un premio. Cuando las agencias están inscribiendo decenas de piezas por festival, no es un mal promedio".

Tranquilidad y buenos alimentos

El trabajo de Herederos de Rowan es fruto y reflejo de esa forma de vida característica de una ciudad pequeña como San Sebastián. Campañas bien cocinadas, sin prisas, reposadas, sin el estrés de las grandes urbes y que permiten ir trenzando una carrera sólida de la que poder sentirse orgulloso.

"Lo de los trabajos es como lo de los hijos. Los hay más inteligentes, más divertidos, un poco más vagos... pero al final son ‘carne de tu carne’. No puedes decantarte por uno más que por otro pero lo que sí podemos decir es que no nos avergonzamos de ninguna de las campañas que han salido de Herederos. Y tal y como están los tiempos...". Juzguen, a la vista de los trabajos que ilustran este texto, si no es eso suficiente logro para una agencia de publicidad.