Reorientación profesional

El Instituto Cervantes es (copio de su página oficial) "la institución pública creada por España en 1991 para la promoción y la enseñanza de la lengua española y para la difusión de la cultura española e hispanoamericana". Leo que Rodolfo Chikilicuatre ha dado una clase en el Cervantes de Belgrado. Yo no me voy a poner estrecho ahora: si a mí me dejan escribir aquí, Chikilicuatre puede promocionar y enseñar la lengua española donde le parezca. Como si le hacen ministro de Educación. Pues mira: perrea, perrea. Cosas más raras se han visto. Si, como dice una encuesta que acaba de salir, Chikilicuatre queda en el puesto 35 y le gana hasta el pavo irlandés, igual se estropea su carrera musical, Buenafuente no le readmite y hay que buscarle un empleo.

(EFE)

Chikilicuatre posa a las puertas del Instituto Cervantes.

Cavilando sobre el asunto de las recolocaciones, me vienen a la cabeza otras personas que quizá empiezan a pensar en una nueva orientación profesional (eso es lo que te dicen en la oficina del paro cuando pides trabajo de encofrador y te ofrecen pasear perros: "nueva orientación profesional"). Hablo de personas valiosas, que han tenido su momento pero que hoy, por esas cosas de la vida, van de cabeza al despido.

Joan Laporta, por ejemplo. ¿Cuál es el talento principal de Laporta? Cagarla, dirán algunos. Yo no lo veo tan así, aunque algo haya. Laporta tiene un talento casi mágico para abaratar los precios. Puedo poner un montón de ejemplos: Ronaldinho, Etoo, Deco, Henry y Zambrotta, por citar sólo algunos, valían una pasta hace un año; ahora salen casi gratis. Tirando por bajo, yo veo a Laporta como un estupendo ministro de Vivienda. En unos meses, todos podríamos comprarnos un ático en el centro, al contado y sin regatear.

Otro que flojea y podría necesitar reorientación es Mariano Rajoy. Por desgracia, el problema de Rajoy es más complicado: el puesto de representante en Eurovisión, que sería una posibilidad, lo tiene, de momento, Chikilicuatre. ¿Para qué sirve Rajoy? A primera vista, parece que tiene las mismas posibilidades de llegar a presidente del Gobierno que Chikilicuatre, María Teresa Campos o yo mismo. Podría funcionar en el Ministerio de Igualdad de Oportunidades. Aunque su mayor talento, claramente, consiste en que nadie quiere estar con él. Pones a Rajoy, y se va todo el mundo. Lamento tener que decir esto, pero ahora, visto que sobramos inmigrantes, sería ponerle de ministro de Inmigración y largarnos todos en desbandada. El peligro sería que se fueran también los de aquí, y que en España quedaran solamente él y Gallardón. Casi mejor que no.