Austria se redime de Fritzl con el Tirol, Mozart y la Eurocopa

El caso de Josep Fritzl, el hombre que secuestró y abusó de su hija durante 24 años, tuvo siete hijos con ella y confesó haber calcinado a uno de ellos en un horno, ha conmocionado a Europa y ha devuelto a su memoria historias igualmente escalofriantes provenientes del país centroeuropeo, como la de Natascha Kampusch.

jasalinas (flickr)

Miles de turistas acuden al país por su oferta cultural.

Coincidencia o no, el historial de casos truculentos ha despertado el debate sobre si algo marcha mal en Austria. El canciller austriaco, Alfred Gusenbauer, consciente del daño que puede hacer a la imagen de su país este tipo de episodios, ha anunciado que su Gobierno está estudiando emprender una campaña para recuperar su reputación en el extranjero, afirmando que no permitirá "que el país entero sea el rehén de un sólo hombre".

Hemos preguntado a tres austriacos residentes en España qué venderían ellos a los extranjeros para mejorar su imagen y éstas han sido sus respuestas:

El esquí y la naturaleza

Si Juergen Ebnir, becario de la Oficina de Turismo de Austria en Madrid, tuviera que elegir una cosa de su país sería la naturaleza. Lugares como Carintia (el montañoso estado meridional, la llamada "riviera austriaca") y la alpina región del Tirol son sus favoritos por la variedad paisajística protagonizada por montañas verdes, ríos y lagos. "La mezcla de cultura y montaña, o de deportes de invierno y montaña me gusta mucho de algunas regiones de Austria", indica. "Es uno de los mejores sitios para practicar alpinismo, esquí (el deporte rey) o senderismo y además hay muchas cosas interesantes para ver en ciudades culturales como Klagenfurt, la capital de Carintia". Y todo ello, perfectamente conservado, presumen. "Los austriacos nos caracterizamos por tener mucha ambición a la hora de respetar y cuidar nuestro medio ambiente", comparte Blanca Trauttmansdorff.

El alma musical de Austria

Aunque Mozart se lleva casi toda la fama, muchos otros músicos (austriacos y austrohúngaros) desarrollaron su más destacada actividad compositiva en la órbita de influencia de la corte de Viena. Mahler, Haydn, Schubert y Strauss son sólo algunos de los compositores por los que más orgullo sienten los austriacos. "Viena ha sido una ciudad inspiradora de muchísimos músicos y Austria lo vive con mucha intensidad", explica Trauttmansdorff. La música siempre ha estado muy ligada a la vida cotidiana de los austriacos y la formación instrumental de los niños es una costumbre muy extendida. La vasta agenda cultural ligada a la clásica (particularmente en Salzburgo) también es un motivo de satisfacción para ellos. "Los festivales musicales de música son como una fiesta mayor con un gran valor vanguardista", indica Trauttmansdorff.

Mozart es uno de los iconos de Austria.

Las ciudades culturales

"La cultura austriaca está muy centrada en las ciudades, cuya larga tradición histórica se deja notar". Viena, capital del Imperio Astrohúngaro, todavía conserva un aire regio y sus museos, plagados de obras de los dos artistas austriacos más reconocidos, Egon Schiele y Gustav Klimt, son otro de los tesoros más preciados por los austriacos. Tampoco se quedan atrás Innsbruck, la capital tirolesa y de los deportes invernales, y Salzburgo, ciudad que vio nacer a Mozart y que, para Ebnir, combina en una perfecta armonía el campo y la ciudad.

Buena salud económica y social

Para Wolfgang Kowatsch lo más positivo de Austria es la calidad de la política social y su alto grado de protección a los ciudadanos. La completa formación educativa y el efectivo sistema sanitario son particularmente apreciados por este empresario austriaco de 32 años, "Aquí el sistema es más individualista", observa. Kowatsch también señala la buena salud de la economía austriaca como uno de los grandes valores de su país. "Hay más estabilidad que en España, no tenemos los mismos problemas con las hipotecas y la financiación de los pisos porque nuestro sistema económico está basado en otros sectores más seguros y con más futuro que ahora hacen que no resultemos tan damnificados por la crisis mundial".

La Eurocopa, escaparate mundial

Ninguno de los tres cree que exista un problema estructural en Austria que pueda fomentar la aparición endémica de casos de incesto y secuestro. Todos repiten la palabra "casualidad" y opinan que podría suceder en cualquier otro país. Kowatsch piensa que Gusenbauer se equivoca al plantear una campaña de mejora de la reputación, porque eso supone vincular dos casos excepcionales con una especie enfermedad social.

Por su parte, Trauttmansdorff lamenta que sólo lleguen este tipo de noticias desde su país; sin embargo, espera que Austria, como sede de la Eurocopa este verano, pueda redimirse de los perjuicios causados a su imagen. El torneo deportivo podría ser una buena forma para demostrar al mundo todo lo bueno que tiene. Kowatsch se muestra más positivo y despreocupado. Y es que confía en el encanto de la idiosincrasia austriaca: "Somos como los alemanes, pero más flexibles y hospitalarios".