… Y manipuladora

Tengo que confesarles una cosa: ayer me quedé con ganas de marcha. Los comentarios que fue recibiendo el post a lo largo de la jornada, más o menos insultantes, siempre anónimos, me pusieron cachondo. Muy cachondo. Me fui a la cama con la sensación de que quería más, mucho más. Y me levanté con síndrome de abstinencia. Un mono brutal: necesitaba que me diesen más caña. Estaba en esas cuando de pronto, desayunando, escuché en la radio la noticia de una brutal agresión en el transporte público de la capital. A medida que pasaba la mañana comprobé que las imágenes de la jornada estaban siendo emitidas por todas las televisiones… excepto por Telemadrid.

En ese momento pegué un doble salto mortal y, transformado en uno de los lémures psicotrópicos de la película 'Madagascar', aullé aquello de "¡marcha, marcha, quiero marcha, marcha!". ¡Qué grandes sorpresas nos depara la vida! ¡Qué momentos mágicos! ¡Qué descomunales satisfacciones! Y es que sólo 24 horas después de escribir sobre Espe, la vida me hacía otro regalo: un motivo de peso para dedicarle un post a Telemadrid, su brazo mediático en la Comunidad de Madrid.

Según la radio matinal, en las imágenes del vídeo se podía ver a unos vigilantes del Metro de Madrid golpeando y humillando, entre risas e insultos, a unos viajeros. Las busco en la web de Telemadrid, pero en lo que debía ser su lugar me encuentro con una foto de Camps y Aguirre ilustrando otra noticia sobre transportes: los líderes del PP piden una "autopista alternativa" a la A-3 y una reunión urgente con Fomento para acelerar el AVE. Husmeo poco después en el programa de Curri Valenzuela, y en los informativos de la cadena pública de la Comunidad madrileña. Nada de nada. Los informativos al servicio de Esperanza Aguirre prefieren hablar, lógicamente, del atunero retenido en Somalia, la tensión en la Cañada Real, la presidenta en '59 segundos' y la "mengua del crecimiento de la economía española".

Normal. ¿A qué madrileño puede interesarle que los propios vigilantes del Metro se dediquen a dar palizas a los viajeros y las graben con sus móviles? A ninguno. Todos son conscientes de que Aguirre y sus neoliberales luchan, recordémoslo, para que todos los madrileños se desplacen en coches con chófer, no teniendo así necesidad de utilizar tan retrógrado y apestoso transporte público.

Las imágenes de las palizas las ofreció en exclusiva elpais.com e inmediatamente después fueron recogidas y emitidas por todas las televisiones. Menos por Telemadrid. En el vídeo, recogido por los propios agresores con un teléfono móvil, se puede ver cómo empleados de Prosegur derriban a un usuario del Metro de un solo golpe. "Venga, a tomar por culo ya… ¿subo y te doy otro palo?", gritan entre carcajadas. Luego la paliza continúa con una patada en el estómago, el viajero ya en el suelo, y más insultos. En otra toma, un agente de seguridad con el uniforme de la misma empresa da fuertes collejas a un viajero.

Este diáfano caso de censura por ocultación debería servir a Esperanza Aguirre para algo más que para manipular. Es un excelente ejemplo de la utilidad de lo público. ¿Ve usted como lo público es útil? Si Telemadrid fuese una tele privada, como Antena 3 o Telecinco, no tendría más remedio que haber emitido esas imágenes. Pero como es pública, pues usted y sus empleados hacen lo que quieren y no las emiten. ¡No destruyan lo público, por favor! Déjenlo como hasta ahora: para su servicio particular.

Otro debate merecen las imágenes en sí mismas. Por un lado… ¿quién vigila al vigilante? La famosa e inquietante cuestión que reaparece por enésima vez. Y sigue sorprendiéndonos. Por otro, la inseguridad del transporte público y el racismo: ¿recuerdan las imágenes del energúmeno que golpeaba a una viajera ante la indiferencia de otra persona? Podemos llegar a pensar que algo no funciona en nuestras cabezas. Yo prefiero creer que se trata de excepciones. De lamentables excepciones.

Un motivo para no ver la televisión

Buenas noticias desde el páramo del rock and roll en que nos ha tocado vivir. Hoy comienzan sendas giras españolas de dos grandes cantantes, guitarristas y compositores: Willie Nile y Jason Isbell. Willie es un rocker neoyorquino absolutamente recomendable, tanto por la calidad de sus canciones como por su tremenda puesta en escena. Bono, Springsteen, Lou Reed y Dylan le consideran uno de sus músicos favoritos. Y cada uno de sus conciertos es un espectáculo inolvidable. Hoy estará en Madrid (sala Moby Dick), con Los Madison como teloneros, mañana en Barcelona y el día 25 Valencia. Presenta un disco excelente: 'Streets of New York'.

El gran Willie Nile y una de mis canciones favoritas de todos los tiempos: 'Vagabond Moon'

Jason Isbell fue miembro de los enormes Drive-by Truckers. Un guitarrista de amplio recorrido que ha editado hace poco un flamante disco en solitario: 'Sirens of the Ditch'. Viene a España con banda, como Willie Nile, para ofrecer cuatro conciertos en otras tantas ciudades: hoy en Madrid (el Sol), mañana en Barcelona (La 2), el día 25 en Bilbao (kafe Antzokia) y el 26 en Gijón (Ciclo Intersecciones).

Una versión de un tema de Isbell grabado en su día con Drive By Truckers: 'Goddamn Lonely Love'