Ramera y traidora

"¿Una ramera? ¡sí! pero una traidora ¡jamás!" La frase no es la respuesta de Esperanza Aguirre a una de las preguntas de '59 segundos', Dios me libre, sino una declaración de Mata Hari durante el juicio que terminó con la espía frente al pelotón de fusilamiento. Pero lo cierto es que, de alguna manera, esa contundente oración bien podría resumir el ambiente que se vivió en el programa de TVE. La presidenta de la Comunidad de Madrid es, reconozcámoslo, una mujer con un carácter fuerte forjado con retales de otras féminas que, desde diferentes momentos históricos, han marcado época.

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Chema Moya (EFE)

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre

Tomen la maquiavélica astucia de Mata Hari, la pérfida ambición de Cruella de Vil, la falaz tozudez de Juanita Calamidad y la hipocresía neoliberal de Margaret Thatcher. Tíñanlo todo de rubio, vístanlo de Prada (Ágata), cálcenle una mirada torva… y tendrá a nuestra supermujer: Esperanza Aguirre, orgullo de Telemadrid, faro de Jiménez Losantos y Pedro J., terror de pensionistas, estudiantes y enfermos sin posibilidades de acceso a residencias, colegios y hospitales privados.

Esta versión política y femenina de Frankenstein ocupó anoche el prime time de la televisión pública, nuevo horario de '59 segundos'. Lejos de su feudo en la televisión madrileña, y en un momento inmejorable, el de máxima tensión en la lucha por el poder en el Partido Popular, Esperanza me decepcionó profundamente. Y creo que a todos los telespectadores, puesto que lejos de desvelar sus verdaderas intenciones, insistió en lo que lleva haciendo las últimas semanas: tirar la piedra y esconder la mano.

Comenzó preguntando la presentadora: a día de hoy no nos queda claro si usted va a presentarse…

Aguirre: hoy mismo, en una rueda de prensa, he dicho que no tengo intención ni la he tenido nunca. Otra cosa es que pida un análisis de los resultados electorales. Humildemente, he dicho que hagamos el debate ideológico. Somos el mayor partido de Europa. Íbamos a ganar estas pasadas elecciones. Hacen falta el análisis y la reflexión para ganar las próximas.

El resto del programa se lo pasó negando la mayor. Por lo tanto, si yo fuera Rajoy estaría cagado. Esperanza se ha retirado a la cocina, pero no me cabe duda de que tiene puesta el agua a calentar. En cuanto vea el momento adecuado invita al análisis, propone una reflexión, sugiere un debate ideológico… y se come al gallego con patatas.

¿Los periodistas invitados? Casimiro García Abadillo comparte algo más que la laca con Esperanza Aguirre: está en su mismo barco político. Isaías Lafuente y Enric Sopena se mostraron agresivos, como tenía que ser. Ignacio Escolar, agresivo y algo nervioso. El resto, intrascendentes.

La presidenta de la Comunidad Madrileña dio toda una lección de toreo de salón. Pero no sé si después de un programa como el de ayer, que prometía tanto y resultó tan insípido, alguien acabó con la sensación de haber visto a una política interesante, preparada o incluso inteligente. A mí me resultó repugnante. Sobre todo cuando, sin ruborizarse, suelta cosas como las que llegó a decir ayer: "las políticas sociales que proponemos en el PP son las que aportan más beneficios a las clases menos favorecidas".

Un motivo para no ver la televisión

Mujeres malas y perversas
Autora: Rosa María Santidrían.
Editorial: Edimat Libros.

Debo reconocer que no he leído todas las paginas de este libro (y no tengo intención de hacerlo), pero me venía tan al pelo que no he podido evitar recomendarlo en un post tan femenino, tan malvado y tan perverso como el de hoy. La autora del libro imprime un cierto aire antropológico a un texto que, con pinceladas incluso de simbología, da un repaso a esas legendarias brujas, vampiresas y diablesas que nos han provocado pesadillas y sudores fríos. En esta edición no está incluida Aguirre.

Yo no digo que esté mal, pero para mujeres ásperas y asilvestradas me quedo con Sue Foley, una guitarrista y cantante de blues canadiense que bebió de las fuentes de las damas más grandes (y sexys) de la música negra. Su mejor disco tal vez sea 'Love Comin' Down'…

Blues in D Natural / Queen Bee

Una versión de Bob Dylan