Poner nota a los polis… es posible

Poner nota al poli que acaba de endosarle una multa o de ayudar a una señora mayor a cruzar la calle… esto es lo que permite hacer RateMyCop, un nuevo sitio web con base en Los Ángeles.

photo_munki (Flickr)

LAPD, policía de Los Ángeles

Lanzado a principios de este mes por Rebecca Costel y Gino Sesto, reúne los nombres de 140.000 oficiales de policía de casi todo el país. El sitio permite a los usuarios que se inscriban y dejen su dirección de correo electrónico calificar –de 1 a 5– a los agentes con los que hayan tenido trato. De momento, la nota media es de 3,7, lo que no está tan mal.

Existen ya sitios de este género para calificar, entre otros, los artículos de los grandes diarios, y por tanto a los periodistas que los han escrito (Newstrust, una excelente empresa), a los médicos (RateMDs) o a los profesores (RateMyProfessors), quienes, por cierto, se han dotado de un medio de respuesta (ProfessorsStrikeBack).

Pero meterse con la autoridad pública, por más que ésta pregone la transparencia (estamos hablando de los Estados Unidos y, en particular, de LAPD, policía de Los Ángeles –véase este editorial de Los Angeles Times–), es harina de otro costal.

RateMyCop fue cancelado rápidamente en los servidores de las dos primeras empresas que lo habían alojado (GoDaddy y Rackspace). Diversos portavoces de la profesión protestaron en nombre de la seguridad de los oficiales (si bien todos los nombres publicados son de dominio público, y a menudo han sido proporcionados por los mismos servicios policiales), y debido a que se encontraban "sin defensa" frente a sus críticos.

Un profesor de Derecho bienpensante ha manifestado su temor de que semejante práctica limite los contactos entre la policía y la población, lo cual sería dramático, ya que "es deseable que la policía mantenga ese tipo de relaciones para investigar y dilucidar los crímenes".

De hecho, se trata de una aplicación a una profesión como tantas otras de la mecánica esencial de la web participativa. Dan Gillmor, en su libro We the Media (descargable aquí; véanse también estas notas) ha demostrado cómo la información que circula desde la periferia al centro cambia las relaciones de poder.

Jamais Cascio viene hablando desde hace tiempo de las virtudes del panóptico inverso: en lugar de que un solo vigilante de prisión pueda observar a un gran número de reclusos, como había señalado Foucault, la gente puede observar permanentemente a quienes los vigilan y castigan (véanse estas notas).

Entonces, ¿por qué no a los polis?

El hecho de que tengan derecho al uso de la violencia permitiría incluso justificar que sean los primeros (entre los primeros…) en actuar bajo la mirada de la población a la que vigilan. ¿Existe mejor forma de protegerlos de los errores de los elementos perniciosos que se encuentran en cualquier grupo humano?

¿Conocéis iniciativas de esta clase en España? ¿Os gustaría que existiesen?