'Kid Pambelé', una historia en color sepia

Bogotá.-  Cada 28 de octubre el ex boxeador colombiano Antonio Cervantes 'Kid Pambelé' madruga a llamar a sus amigos, los que aún le quedan, para preguntarles qué se conmemora en ese día.

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(EFE)

Cada 28 de octubre el ex boxeador colombiano Antonio Cervantes 'Kid Pambelé' madruga a llamar a sus amigos, los que aún le quedan, para preguntarles qué se conmemora en ese día.

Y si un desconcertado "no sé" emerge como respuesta, la réplica del ex monarca de las 140 libras es rápida, como la andanada de golpes que solía soltar para liquidar a sus rivales: "pues hoy cumplo (equis) años de ser campeón mundial".

La anécdota la conoce de memoria, porque todos los años la escucha a través de una llamada telefónica, el periodista y escritor colombiano Alberto Salcedo Ramos.

El 28 de octubre de 1972 fue la fecha en que Pambelé conquistó el título de campeón mundial de boxeo en la categoría welter júnior ante el panameño Alfonso 'Pepermint' Frazer, en el primer minuto del décimo asalto de un combate celebrado ante 15.000 personas en el gimnasio 'Nuevo Panamá'.

Después de ganar el título mundial, 'Kid Pambelé' lo defendió con éxito en diez ocasiones, pero en julio de 1976 lo perdió ante el puertorriqueño Wilfredo Benítez.

Volvió a recuperarlo en 1977, en territorio venezolano, ante el argentino Carlos María Jiménez, pero en julio de 1980 lo perdió definitivamente al caer en la ciudad estadounidense de Cincinnati ante Aaron Pryor.

Tras la gloria nacional, la fama mundial y la riqueza que el boxeo le deparó entonces, la tragedia griega no abandona al hombre que el 28 de diciembre pasado cumplió 62 años.

Pobre, casi olvidado, enfermo por el devastador vicio y golpeado hasta el nocáut cada vez que intenta sin éxito la recuperación, Pambelé impacta a quienes lo conocen por su sentido del humor y por ser "un ególatra tremendo", dijo a Efe Salcedo Ramos, conocedor como pocos del drama de los boxeadores en el país, asunto que reflejó en su galardonado reportaje hecho libro 'Los golpes de la esperanza'.

"Es un rehén de su gloria. Le fascina que lo reconozcan, pero su vida es en color sepia", afirmó el narrador nacido en Barranquilla del considerado entre los mejores deportistas colombianos del siglo XX al que desnudó en su libro "El oro y la oscuridad. La vida gloriosa y trágica de 'Kid Pambelé'".

Una vez más, quizá ya no sea posible saber cuántas van, el primer campeón mundial de boxeo de Colombia busca una nueva oportunidad para salir del hoyo a donde lo ha llevado su adicción a las drogas y el alcohol.

El ex monarca de la Asociación Mundial (AMB) ha intentado rehabilitarse en diferentes instituciones nacionales e internacionales, oficiales y privadas, pero todas las veces sin éxito.

Su último intento fue en la Fundación La Luz, de la ciudad de Medellín, de donde se escapó días después de mostrarse ante las cámaras de la televisión y los diarios como un paciente obediente y cumplidor de las normas de la institución al lado de noventa enfermos más.

En recientes declaraciones a la prensa ha dicho con tono severo y un tenue brillo de esperanza en sus ojos que espera retomar pronto su vida normal, ya sea en la venta de libros, en la que se ha desempeñado esporádicamente, o impartiendo clínicas de boxeo para los jóvenes en todo el país, como se lo ha propuesto el Ministerio del Deportes.