Las nuevas niñas bonitas de la arquitectura de Manhattan

NUEVA YORK (ESTADOS UNIDOS).-  Aún me sorprendo cada vez que voy andando por la ciudad y de repente aparece ante mis ojos el Chrysler o el Empire State. Ocurre muchas veces, son edificios muy fáciles de ver desde muchos puntos de la ciudad, pero por más que los vea no se merma mi capacidad de sorpresa. Imágenes como las de estos iconos de Nueva York son las que te hacen pararte unos segundos y ser consciente de que estás en esta ciudad y estás observando unos clásicos, no sólo de la arquitectura, sino de la cultura popular en general.

Diego Rebollo

Nuevo Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York.

Cada uno tendrá un edificio preferido entre todo el catálogo que ofrece Nueva York y he de decir que el mío es el Chrysler. A pesar de que la sensación de ver la ciudad desde lo alto del Empire State te hace sentir tremendamente especial, el Chrysler y su extraordinario estilo Art Decó me trasporta automáticamente a un Nueva York mágico y atemporal, como si fuera un castillo de cuento de hadas lleno de secretos e historias. Ambos son edificios con alma y personalidad propia, reflejos de un glorioso Nueva York del siglo XX. Pero el siglo XXI ha llegado y con él nuevos colegas que desean acompañarles en el Olimpo arquitectónico de la ciudad.

Aconsejado por mis amigos arquitectos Jesús y Lucia, he decido recorrerme cinco de los últimos y más famosos edificios en llegar y, lejos de hacer una descripción técnica, intentar explicar que me transmiten como mer espectador. Comienzo el viaje en el número 300 Oeste de la calle 57 observando las oficinas de la Hearst Corporation, diseñadas por Norman Foster. Combina una base Art Decó y clásica con una moderna torre acristalada que sale de su interior, como si fuera una especie de combinación y convivencia entre pasado y futuro. Su cercanía a los teatros de Broadway hace que lo vea a menudo y para mí ya forma parte de mi Nueva York particular.

La siguiente parada está muy cerca, en la calle 41 con la 8ª avenida, donde nos encontramos con la sede de uno de los clásicos de la comunicación, el New York Times. Obra de Renzo Piano y el estudio FXFOWLE, ocupa junto con el Chrysler el tercer lugar en altura de la ciudad. Su fachada blanca, que deja ver parte del interior, me inspira transparencia y el deseo de mostrar el nacimiento de la noticia.

Me traslado hasta el Bowery para hallar en el número 235 el New Museum of Contemporary Art de Nueya York. Obra de SAANA, los arquitectos japoneses Kazuyo Sejima y Ryne Nishizawa, es una original construcción blanca con forma de 7 cubos superpuestos, como si fueran cajas elegantemente así dispuestas en una mudanza imaginaria. Su silueta es impactante en sí misma y en la medida del contraste con los tradicionales y bajitos edificios de su alrededor.

Paseando a pie desde allí enseguida se llega al 40 Bond, edificio de apartamentos de Herzog & De Meuron que toma el nombre de la dirección en la que se encuentra. Llama la atención la convivencia de unas formas rígidas a modo de colmena de vidrio verde con una estructura a pie de calle que bien podría parecer un graffiti realizado por Gaudí. Pero quizás lo realmente llamativo sea su concepto: son apartamentos con espíritu de hotel, contando entre sus servicios desde catering y canguros hasta paseadores de perros o shoppers personales.

Diego Rebollo

Apartamentos de lujo 40 Bond.

Para finalizar mi excursión al nuevo Nueva York llego hasta el edificio de InterActiveCorp,situado en el 555 Oeste de la calle 18, al lado del río Hudson. Siendo una obra de Frank Gehry y tras ver el Disney Hall de Los Ángeles o las bodegas de Marqués de Riscal en El Ciego me esperaba su cuarta versión del Guggenheim de Bilbao, pero en lugar de eso me encontré un sinuoso y luminoso edificio blanco que aporta algo de originalidad a la obra del arquitecto al mismo tiempo que puedes reconocer su estilo.

Éstas son algunas de las creaciones que ayudarán a construir el Nueva York del futuro, donde convivirán grandes edificios clásicos con las nuevas generaciones arquitectónicas de la ciudad. ¡Quién sabe si alguno de éstos se convertirá en una imagen tan icónica como la del Empire State y si llegaremos a ver llaveros con su silueta!