El senador del PSOE de Málaga discrepa de la política de Bustinduy y pide un cambio

Málaga.-  El senador electo del PSOE por Málaga e integrante de la ejecutiva socialista malagueña Pedro Villagrán discrepa de la política ejercida por la secretaria provincial del partido, Marisa Bustinduy, y plantea un cambio que, en consecuencia, alcance a las personas, aunque no pide dimisiones.

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(EFE)

Marisa Bustinduy, subida en un globo aeroestático al comienzo de la campaña electoral.

Ha asegurado en una entrevista con Efe que "el PSOE está institucionalizado" y que las instituciones donde gobiernan "prevalecen sobre el partido" y ha aludido a que hace ocho años los dirigentes Salvador Pendón, actual presidente de la Diputación, y Juan Fraile, hoy vicepresidente tercero de la institución, "pusieron a Bustinduy ahí para la secretaría con el apoyo de la Diputación".

En este sentido, ha añadido que "la Diputación o la Junta de Andalucía prevalecen sobre el partido", ante lo que plantea que "los dirigentes tienen que dar solución a la actual situación".

Villagrán desea que surja una "alternativa" de las bases del partido y de la agrupación, lo que considera "prácticamente imposible", por lo que cree que debe producirse "una directriz teledirigida por los órganos superiores" y espera que actúen los secretarios generales del partido a los niveles federal y regional, José Luis Rodríguez Zapatero y Manuel Chaves, respectivamente.

Ha señalado a Efe que "parece que Chaves se ha dado cuenta de la situación", aunque ha precisado que "no hay desorden en Málaga, sino problemas, una reflexión que realizar y soluciones que dar".

No habla de personas; demanda "un partido más de izquierda, cercano a los movimientos sociales, menos en el centro sociológico y más en la izquierda social en la provincia" y plantea que "el centrismo como estrategia no cambie la visión ideológica".

Cree que "el partido no tiene voz propia" y que no hay desorden porque ganaron las elecciones, por lo que están felices, pero le preocupa "lo que puede pasar después" y sostiene que la situación "se puede reconducir", aunque lo ve difícil.

Plantea que se abra una reflexión política y una discusión ideológica sobre el modelo de partido, aunque lo ve complicado "cuando la ejecutiva provincial dice que va a continuar en el próximo congreso".

Tras los ocho años que lleva en la ejecutiva provincial de Bustinduy, ahora como secretario de Formación y Cultura y antes de Salud, no ve conseguidos los fines que pretendía al querer "un partido menos institucionalizado, con más voz propia, más activo, más presente en la sociedad y más de izquierda", por lo que cree que "deben cambiar las políticas y, como consecuencia, las personas".

Pedro Villagrán, que no renunciará a su puesto en la ejecutiva al mantener su lealtad con la dirección, dice que ha expresado su opinión crítica en ese órgano; que ya advirtió al principio de que su voz sería "diferente" porque piensa distinto y que se ha mantenido así "con muchos problemas".

Pese a todo, precisa que no se identifica con los movimientos críticos surgidos en los últimos meses en el partido en la provincia y no ve bien que sean los alcaldes los que manden, al tiempo que resalta que no está en contra de la secretaria provincial, sino "en contra de la forma de hacer política de Marisa Bustinduy".